Un general retirado de la Policía desbarró en redes sociales –medios irresponsables lo reprodujeron— alegando que nuestras Fuerzas Armadas carecen de liderazgo, armamento y recursos para “ganar” una eventual guerra con Haití. No pudo escoger peor momento para disparatar, por la situación haitiana y las tensiones resultantes.
Haití carece de Ejército. Su Policía no controla ni siquiera a sus bandas o delincuentes comunes. El peligro inminente es que la hambruna, junto con la inexistencia de un gobierno legal y legítimo, provoque un tsunami migratorio que obligue a enfrentarlo. Pasó cuando su catastrófico terremoto del 2010 y lidiamos con eso. El ministro Díaz Morfa es muy respetado por oficiales, tropa y civiles, líder natural desde la academia. Pocas veces hemos tenido tanta listeza y capacidad operacional del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Lo de Haití es un problema sociopolítico, de orden público y una desgracia humanitaria. Verlo como “guerra” es absurdo. En 1844, eran una potencia militar y ganamos con piedras y palos. El gobierno demuestra patriotismo inteligente, frío y sereno.