SANTO DOMINGO.- La revolución de abril de 1965, no solo contó con valientes soldados y hombres del pueblo, que defendieron la constitucionalidad y el honor, sino que hubo un grupo de valientes mujeres, que al igual que ellos, lo dieron todo por la libertad.
Carmen Josefina Lora Iglesias (Piky), Conformó el Frente Juan de Dios Ventura Simó, uno de los cinco grupos guerrilleros establecidos en diferentes puntos geográficos del territorio. Piky Lora fue la única mujer entre los 150 combatientes que conformaron los frentes guerrilleros.
Emma Tavárez Justo, dirigente del Movimiento Revolucionado 14 de Junio. En abril de 1965 se incorporó a Ias fuerzas constitucionalistas y fundó un centro para recibir combatientes heridos.
Aniana Vargas, Durante la guerra fue asignada por la dirección de ese movimiento al comando establecido en la calle Juan de Morfa, donde se destacó como una gran combatiente.
Hilda Gautreaux Rijo, militante del 14 de Junio y del Movimiento Popular Dominicano. Organizo tramas y manifestaciones de protestas denunciando la corrupción del Triunvirato.
Yolanda Guzmán, a la que habían encargado de la Zona Norte, para llevan comida a los comandos y asesinada el 2 de mayo de 1965.
Mercedes Ramírez, conocida como La Rubia, desde el 24 de Abril fue el timón de la revolución en el Ensancha La Fe, Villa Consuelo, Villa Juana, Villas Agrícolas y Villa Francisca.
Carmen Gladys Rivera Vizcaíno, nació el 23 de enero de 1943, en la calle Ravelo número 165, al lado de la panadería de Samuel Thomas. Del sector San Carlos, Santo Domingo
Ana Altagracia Apolinar Andújar. Conocida por todo como Nati Andújar o La China del Comando Pedro Cadena..
La combatiente Nurys Rodríguez, del Comando José Horacio Rodríguez. Fiel exponente del valor y la femineidad dominicana.
Agustina Rivas , mejor conocida como TINA BAZUCA, una joven de veinticuatro años; delgada del color del chocolate, con su cara de media luna; Tina, desde el 24 de abril, estaba preparando sus bombas molotov en los patios y callejones de la calle Baltazar Álvarez entre Arzobispo Valera y Manuel Arturo Machado, del sector denominado Monomojao del barrio de Villa Consuelo. Esta mujer es confundida con la estampa de una jovencita rubia, que es en realidad Julia Cabral, la cuál aún vive y quien se tomó la famosa foto con el fusil de su hermano, pero que no combatió en la revolución.
Estas valientes mujeres, arriesgaron sus familias, sus vidas, su futuro, a cambio de formar parte de ese grupo de aguerridos dominicanos, que enfrentaron a los invasores norteamericanos ya los detractores de la incipiente democracia. Son ellas, a máxima expresión del valor y el patriotismo.