JIMANÍ, República Dominicana.- Motivada por la tensión en las relaciones domínico-haitianas y por el temor a ser víctima de represalias, la comunidad dominicana residente en Haití está cruzando hacia el lado este de la isla en grupos de ocho y 10 personas, a través de la frontera sur, por Jimaní.
Regresan porque en Haití corren rumores de que en República Dominicana hay una agresión generalizada contra su diáspora y esto ha generado un sentimiento popular de animadversión contra los dominicanos residentes allá.
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En un reporte de nuestra periodista Rosa Encarnación, enviada especial de NoticiasSIN, se reseñó en la tarde de este viernes una de las manifestaciones de protesta que se escenificaron en Puerto Príncipe, en la que la gente enardecida se quejaba contra la población dominicana y acusaba al presidente haitiano, Michell Martely, de «vender» a los haitianos, con negociaciones clandestinas con el Gobierno dominicano.
En una de esas protestas callejeras, el equipo periodístico de este medio fue agredido verbalmente y el vehículo apedreado, como rechazo de los manifestantes a todo lo que se relacione con República Dominicana.
Este ambiente de desinformación se suma a la crispación por la crisis diplomática que ha generado la sentencia del Tribunal Constitucional, según la cual no son dominicanas las personas nacidas aquí y que son hijas de extranjeros indocumentados, lo que afecta a al menos unos 13 mil descendientes de haitianos, según datos de la Junta Central Electoral.
Nelson Pérez Pérez, cajero de Aduanas en el lado este de la frontera, contó a Noticias SIN que los dominicanos se han visto regresar a su tierra en grupos pequeños pero de forma constante.
En cambio, la circulación de vehículos de República Dominicana hacia Haití es prácticamente nula.
En la comunidad haitiana Malpaso el ambiente no es el más agradable, por lo que se mantiene tenso.
Las actividades comerciales por la parte sur de la frontera son nulas también.
Los rumores sobre una agresión masiva a los haitianos surgieron a partir de un hecho real en el que un haitiano murió linchado en Neiba, acusado del asesinato de dos anciano dominicanos en ese lugar.