Redacción internacional.- Dominique Pelicot, juzgado por agredir sexualmente de 2011 a 2020 a su entonces esposa, Gisèle Pelicot, y ofrecerla a decenas de hombres para que la violaran, volvió hoy a reconocer su culpa y la extendió a los demás 50 acusados, durante su última toma de palabra en este macrojuicio.
“Todos los que están aquí, a pesar de la presunción de inocencia, son culpables, como yo”, aseguró este lunes Dominique Pelicot, que dejó reiteradamente en estado de inconsciencia a su mujer con altas dosis de ansiolíticos para agredirla sexualmente, hasta el punto de ponerla en riesgo de muerte.
La jornada de este lunes está dedicada a las últimas declaraciones de los 51 acusados de agresión sexual y violación agravada contra Gisèle Pelicot, antes de que los jueces inicien mañana sus deliberaciones y anuncien su veredicto, previsto para el jueves.
Dominique Pelicot destacó “el coraje” que mostró su ex mujer a lo largo de este juicio, a la vez que pidió disculpas nuevamente a la pareja de Jean-Pierre Maréchal, el único juzgado que no agredió a Gisèle Pelicot, sino a su mujer, que también fue violada varias veces por Dominique.
“Querría empezar saludando el coraje de mi ex mujer”, declaró el hombre de 72 años ante el tribunal de Aviñón, en el sur de Francia, en sus declaraciones finales antes del veredicto, previsto el jueves, en este juicio que dio la vuelta al mundo. “Lamento lo que hice, hacer sufrir [a mi familia] durante cuatro años [cuando salieron a la luz los hechos], les pido disculpas”, prosiguió.
Pelicot aseguró que dijo “toda la verdad” desde el inicio del juicio el 2 de septiembre y dio las gracias al tribunal por permitirle sentarse en una silla especial a causa de su frágil estado de salud.
Por último, el principal acusado, que se enfrenta a la pena máxima de 20 años de cárcel, terminó su declaración agradeciendo el trabajo de su abogada, Béatrice Zavarro, así como del tribunal, al que dijo que “la privación de no ver a los suyos es peor que la privación de libertad”.
“Puedo decir a toda mi familia que los amo. Eso es todo. Tienen el resto de mi vida entre sus manos”, concluyó dirigiéndose a los cinco magistrados profesionales del tribunal.
Tras Dominique Pelicot habló Maréchal, que reconoció los hechos que se le imputan: “Júzguenme por lo que he hecho y lo que soy”, pidió.
Luego llegó el turno del resto. La mayoría no quisieron declarar, aunque otros agradecieron el desarrollo del juicio y el trabajo de sus abogados. Algunos más quisieron reiterar sus excusas a la víctima.
Los hubo también que insistieron en negar los hechos, a pesar de las miles de fotos y vídeos que hizo Dominique Pelicot mientras cometían los delitos, prueba clave de este juicio. “No soy un violador”, intentó esgrimir uno de ellos.
Durante todo el proceso, Gisèle Pelicot se ha erigido en un icono feminista mundial al decidir que este juicio sea público y acudir a las sesiones a cara descubierta “para que la vergüenza cambie de bando”
Tras dar la última palabra a los acusados, el presidente del tribunal de Aviñón, en el sur de Francia, anunció que los jueces se dirigían “a la sala de deliberaciones” y que la decisión se espera en principio el jueves a las 08H30 GMT.
Pero esta fecha “teórica” podría retrasarse al jueves por la tarde o el viernes por la mañana en función “de la duración de nuestras deliberaciones”, precisó el magistrado.
El 25 de noviembre, la fiscalía solicitó la pena máxima posible por violación con agravantes: 20 años de prisión.
A la mayoría de los otros 50 acusados también se les acusa de violación con agravantes. El ministerio público pidió entre 10 y 18 años de prisión para 49 de ellos y cuatro para el único procesado por “tocamientos” a Gisèle Pelicot.