Donar o no donar, esa es la cuestión

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La donación de órganos sigue siendo un tema delicado para algunos ciudadanos, pues muchos aseguran que no les gustaría que los cuerpos de sus familiares o de ellos mismos sean mutilados tras fallecer.

Sin embargo en América Latina la donación de órganos  ha crecido en más de 40 por ciento en los últimos cinco años, el mayor incremento que se registra en todo el planeta. Encabeza la lista Uruguay, país en el que contrario a la mayoría, existe una ley por la cual todos sus ciudadanos son donantes de órganos.

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En República Dominicana algunos desconocen que existen dos tipos de donaciones: en vida y cadavérica, por lo que en muchos casos no apoyan el trasplante de órganos.

El Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante desde la creación de la ley 329-98 regula la donación y legado, extracción, conservación e intercambio para trasplante de órganos y tejidos humanos.

Los hospitales del país que entran dentro de los programas públicos de trasplantes son: el Salvador B. Gautier, el Hospital Luis E. Aybar, el Robert Reid Cabral y el Hospital Padre Billini en Santo Domingo, y en Santiago El Cabral y Báez.

Pero el coste de un trasplante supera en la mayoría de los casos el millón de pesos, por lo que los profesionales que atienden casos que requieran este tipo de proceder médico, aseguran que el pobre que lo necesite se muere y el rico se queda pobre.

Según el director de INCORT actualmente hay más de  2,500 pacientes en unidades de diálisis en todo el país, pero de esa cifra el 60 por ciento fallecerá en 4 años y solo unas 40 personas están en lista de espera para trasplante de riñón.

Y aunque parece sencillo no lo es tanto, pues algunos temen que un mercado negro utilice sus órganos para personas con mayor poder adquisitivo.

Hace más de un año un proyecto está depositado en la Cámara de Diputados del país para que los trasplantes en República Dominica sean para todos.