Un cordial saludo a todos mis queridos lectores, esperando se encuentren bien junto a sus seres queridos.
Los seres humanos casi siempre llevamos dentro dos personitas. Una es la persona del bien, y otra es la persona del mal. Una nos dice que hagamos todo lo bueno y el bien que podamos, y la otra nos dice que no hagamos el bien y es una continua batalla la cual tenemos que librar, el mal y el bien.
Yo voy a contarles la charla de un abuelo que estaba contándoles a sus nietos una historia, que lleva por título: Los Dos Lobos, y dice así: Un anciano estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida. Les decía: Una vieja pelea está ocurriendo dentro de mí, es entre dos lobos, uno de los lobos es: Maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría y muchas otras cosas. El otro es: Bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión, fe y muchas otras cosas.
Esta misma pelea está ocurriendo continuamente dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.
Los chicos se quedaron pensativos, y uno de ellos preguntó s su abuelo.
¿Y cuál tú crees de los dos lobos que ganara?
Y el abuelo respondió simplemente.
El que alimentes más.
Mis queridos lectores. Así somos los seres humanos, pasamos nuestra vida luchando entre el bien y el mal. Decimos: A mí no me gusta el chisme, pero me entretiene, o si no decimos: Es solamente una crítica constructiva.
Yo personalmente odio los chismes, y las críticas constructivas las detesto. Si no puedes decirme lo que me dices delante de esa persona, entonces cállatelo y mantenlo para ti. Lo mismo pasa con las críticas constructivas, lo que no edifica es mejor no decirlo.
Termino con el Salmo 51, Versículo 12, que dice: Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, un espíritu firme dentro de mí.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.