Santo Domingo.- El acceso a la información y a las tecnologías han abierto ampliamente las compuertas a la libertad de expresión. Pero a su vez dan la oportunidad a desaprensivos para hacer de la comunicación un ejercicio inicuo, aportando más confusión que claridad. Víctor Bautista aborda el tema en dos minutos.
En la era digital la tragedia humana se ha transformado en mercancía lo estamos viendo con Paula Santana Escalante cuyo caso ha desdibujado la línea entre informar y explotar.
Los contenidos que giran en torno a su trágica historia acumulan millones de vistas planteando la cuestión de si la sociedad busca justicia o se deleita con el morbo.