La República Dominicana se enfrenta a un momento crucial. El Índice de Libertad Económica 2024 nos muestra, una vez más, que estamos estancados en un puntaje de 62.9, solo una ligera mejora con respecto al año pasado.
¿Qué significa esto? Que seguimos atrapados en áreas como integridad gubernamental, libertad financiera y un mercado laboral rígido. Estos son obstáculos que afectan directamente nuestra capacidad de competir, atraer inversiones y generar empleos. No es suficiente con tener un gasto público eficiente o una carga fiscal moderada. Si no abordamos, de manera obsesiva estos problemas que nos limitan no habrá avance verdadero.