A medida que
avanzan los preparativos para el inicio del año escolar el 2 de noviembre, son
muchas las dudas y las preguntas que tienen padres de estudiantes y los propios
alumnos sobre la efectividad del sistema diseñado para la enseñanza de forma
virtual.
En palabras y en
el papel todo luce muy claro y pertinente, pero cuando se analizan a fondo
todas las variables, a la luz de determinadas realidades, surgen muchos
interrogantes que todavía no tienen respuestas.
Por ejemplo,
¿cómo se desenvolverán aquellos estudiantes cuando sus viviendas sean afectadas
por suspensiones de electricidad, mientras estén conectados a través de
Internet o recibiendo clases por televisión?
El Ministerio de
Educación ha insistido que el año escolar comenzará sin tropiezos, a pesar que
el Instituto de las Telecomunicaciones (INDOTEL) ha advertido a través de los
medios de comunicación que en su opinión no hay condiciones para el inicio de
clases en las escuelas públicas.
El argumento del
INDOTEL, que ya había sido advertido en varias ocasiones por la Asociación
Dominicana de Profesores (ADP), se basa en las dificultades de conectividad que
todavía persisten en diferentes zonas del país, a pesar de que el país cuenta
con poderosas compañías telefónicas con amplias redes de repetición en el
territorio nacional.
Otra de las
dificultades señaladas es la imposibilidad de interacción entre estudiantes y
profesores cuando se trate de la enseñanza por televisión, lo que con razón se
considera una gran debilidad, en vista de que por esa vía los estudiantes no
podrán plantear sus inquietudes y los profesores hacer una evaluación efectiva
del desempeño escolar en el día a día.
Además, ¿quién
garantiza la atención a las clases por parte de los estudiantes en aquellas
viviendas donde los padres tienen que salir a trabajar y en ocasiones se quedan
con algún adulto que quizás no dispone del tiempo ni las destrezas para
supervisar y dar una debida orientación?
Hay también otros
puntos que deben ser despejados, por ejemplo en la página de Educación, ni en
el Portal de Compras y Contrataciones hay procesos abiertos para la adquisición
de los materiales del nuevo año escolar.
Es también
preocupante que faltando menos de dos meses para el inicio de clases, no figure
ni la compra de un lápiz, sumando a esto que al menos los 2.1 millones de
estudiantes del sector público y los maestros deben recibir los equipos
necesarios para la virtualidad como tabletas, notebook y laptops.
Hasta ahora no
hay información precisa en ningún lado sobre el proceso de licitación y Carlos
Pimentel volvió a confirmar que Educación no está bajo la sombrilla de comprar
bajo el estado de emergencia, como sí le permite al Servicio Nacional de Salud,
el Ministerio de Salud, Promese y la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD).