En apenas dos años y medio de la actual gestión de gobierno, nuestro país descendió 10 puestos con respecto a la tercera posición que había ocupado, y por eso, en lugar de caer en la autoalabanza, las actuales autoridades, por el contrario, deberían estar más preocupadas por la suerte de nuestro pueblo.
SANTO DOMINGO.- Leonel Fernández catalogó el discurso de rendición de cuentas del presidente Luis Abiander como "una obra maestra del género de ficción".
"El discurso pronunciado por el presidente de la República constituye una obra maestra del género de ficción, que como tal refleja una completa desconexión con el mundo real de deterioro en la calidad de vida que, en estos momentos, está conmoviendo a la mayoría del pueblo dominicano", dijo en una alocución dirigida al país.
Explicó que al mandatario "ofrecer las cifras de crecimiento del Producto Interno Bruto del año pasado, 2022, sostuvo que alcanzó “un notable crecimiento anual de 4.9%, superior al promedio de América Latina”. Mientras que en su discurso del 2021, el presidente Abinader, apoyándose en datos ofrecidos por el Banco Central, informó que en ese año el PIB había crecido 12.3%. En aquel momento, nosotros aclaramos que ese crecimiento no era real, ya que se calculaba con relación al año de la pandemia, 2020, en que nuestra economía experimentó una severa caída de -6.7%".
Dijo que al calcularse de esa manera, y no en relación con el año de la prepandemia, esto es, el 2019, lo que se produjo fue un rebote estadístico, ya que la verdadera expansión de la economía en ese 2021, fue tan solo de 4.7%, pero el gobierno desestimó nuestros argumentos, y llevó la información de ese falso crecimiento astronómico de 12.3% hasta el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.
"Ahora resulta que el año pasado, 2022, tuvimos, según afirma el primer mandatario de la nación, un notable crecimiento anual. ¿Podría decirse que ese 4.9% fue notable, cuando el gobierno proclamó por los cuatro vientos que en el 2021 habíamos crecido 12.3%?", aseveró.
Una de dos: o ese 12.3% fue un rebote estadístico como habíamos sostenido, o lo que hubo, entonces, acogiéndonos a las cifras gubernamentales, no fue un crecimiento notable, sino un desplome catastrófico de nuestra economía, ya que, haciendo los cálculos de lugar, tuvo una caída de 7.4% del PIB.
Más aún, ese magro crecimiento del 2022 estaba por debajo de las proyecciones estimadas por las propias autoridades, que establecían que el país tendría ese año un crecimiento de un 6%. Por consiguiente, respecto a lo estimado tuvimos una disminución de 1.1%.
En lugar de encontrarse entre “los países con más crecimiento económico mundial”, como alega el presidente Abinader, en el 2022, lamentablemente, República Dominicana quedó, en lo relativo a crecimiento económico, en la décimo tercera posición de 33 países de América Latina y El Caribe.
En apenas dos años y medio de la actual gestión de gobierno, nuestro país descendió 10 puestos con respecto a la tercera posición que había ocupado, y por eso, en lugar de caer en la autoalabanza, las actuales autoridades, por el contrario, deberían estar más preocupadas por la suerte de nuestro pueblo.
Como consecuencia de todo eso, en lugar de nuestra economía consolidarse como “una de las más dinámicas de Latinoamérica”, como afirma el presidente Abinader, nuestro país ha perdido el dinamismo y el liderazgo que en otros tiempos exhibió en el crecimiento económico de la región.
Cuando se examina por sectores el crecimiento de nuestra economía, se hace notable la desigualdad que existe entre los distintos componentes que contribuyen a la creación de riqueza en la República Dominicana.