Todavía para los años 60 usted podía saber las calles y los lugares de donde Vivian personas de cierto nombre. Políticos, intelectuales, empresarios etc.… era muy fácilmente detectarle pues la capital era pequeña, en población y en dimensiones. Enla Independenciacon Dr. Delgado todavía existían y existen EL edificio Buenaventura, en donde María Elena historiadora y profesora universitaria realizaba conversaciones salpicada de tragos con un grupo de contertulios, doña Milagros Ortiz Bosch mantiene su hogar en la segunda planta con vista hacia el mar, y la Dr.Delgadoen la segunda y tercera planta esta el Dr. Hugo Tolentino Díaz. Exactamente en la esquina de ambas calles existía el restaurant el Dragón, muy visitado por intelectuales y por una clientela que degustaba de su comida china.
El Buenaventura era un edificio muy conocido, quizás uno de los mas conocidos en la capital donde muchas veces se topaba uno en las escaleras con don Juan Bosch. El arte, la cultura en general era parte del mismo, aquí en el segundo piso, en el apartamento de doña Milagros una noche se estrenaba para ella, don Juan y Joaquín Basanta. el poema musicalizado de don Pedro Mir «Hay un país en el mundo «. Los chicharrones de pollo de doña milagros no podían faltar, nunca aprendí en donde estaba ese secreto.
Hermoso, discreto, elegante y sobrio es este hogar-oficina en una calle de tanto tráfico.
No he sido más que un conocido del Dr. Tolentino pero tengo que decir que es un hombre; serio, honesto y capaz, de las pocas vigas de intelectualidad que todavía existen de esa época. Profesor dela UASDy dos veces Rector de la misma, varias veces Diputado y en dos oportunidad Presidente de esa cámara, Canciller de la republica. Mantuvo una posición digna en abril de 65 y mas tarde en el gobierno de Hipólito Mejia ratifico su patriotismo al renunciarle por el envío de las tropas dominicanas a Irak. Hombres como este no abundan, sin embargo la sala de la creación de leyes lo mantiene mudo hace más de un año al no otorgarle la palabra en la misma.
No es mi costumbre salir en defensa de nadie, pero Hugo merece que sus amigos y los que los hemos conocido levantemos la voz delante de esta generación para decirles que ese es un hombre serio y honesto repito, y que nadie puede señalarlo como un corrupto, sin embargo los que les impiden hablar en la casa donde se hacen las leyes son los reyes de la corrupción.
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