COLOMBIA.- Ser niño y vivir en la última esquina sur de Colombia y además ser indígena, negro o mestizo es un reto grande.
Para lograr sus sueños en la vida deben vencer el cerco de la violencia, el miedo, y aprender o enseñar con los mínimos recursos…
Un ejemplo de esta realidad es la escuela indígena Awá en el Alto Mira y Frontera, en Tumaco.