Washington.- La Casa Blanca confirmó este miércoles que decidió dejar de describir como «inminente» una posible invasión de Ucrania por parte de Rusia, al reconocer que no está claro que el presidente ruso, Vladímir Putin, haya tomado una decisión al respecto.
El cambio en el lenguaje de la Casa Blanca llega días después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidiera no alentar el pánico a un ataque inmediato de Rusia, al asegurar que no veía «una escalada mayor que antes».
Preguntada durante su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que ella solo ha usado «una vez» la palabra «inminente» para describir una posible invasión de Ucrania, y que ahora prefiere decir que ese ataque puede llegar «en cualquier momento».
«Hemos dejado de usar (la palabra ‘inminente’) porque creo que envió un mensaje que no pretendíamos enviar, que es el de que sabíamos que el presidente Putin había tomado una decisión (…) y todavía no lo sabemos», afirmó Psaki. «La mayoría de las veces que hemos hablado sobre ello, hemos dicho que él podría invadir en cualquier momento, y eso es cierto», agregó.
Psaki se pronunció así después de que la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas Greenfield, dijera este martes en una entrevista en la emisora NPR que no consideraba que se debiera usar esa palabra.
«No diría que estemos argumentando que es inminente, porque todavía estamos buscando una solución diplomática para que los rusos den marcha atrás. Nuestra esperanza es que esto funcione y que Putin entienda que no quiere un camino de guerra y confrontación», dijo la embajadora.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, negó este miércoles tener diferencias con Estados Unidos en cuanto a la «evaluación de los riesgos» de la amenaza rusa, aunque «el tono de voz» sea distinto.
«En las últimas semanas todo el mundo se centra en la palabra ‘inminente‘ (a la hora de valorar la amenaza), pero deberíamos centrarnos más en una evaluación más amplia de la situación», aseguró en una rueda de prensa.
El Pentágono confirmó este miércoles el envío de 3.000 soldados de Estados Unidos a países aliados en el este de Europa, de los que 1.000 se desplegarán en Rumanía y otros 2.000 llegarán a Polonia y Alemania.
Psaki aseguró que esa decisión no se tomó en función de los acontecimientos en las últimas horas, sino que Estados Unidos lleva hablando de esa posibilidad «desde hace varias semanas» con sus aliados en la OTAN.
Añadió que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, evalúa a diario la situación en Ucrania y que si Rusia da pasos hacia una escalada, hará «ajustes a las posiciones de las fuerzas» estadounidenses para «disuadir y defender de cualquier agresión».
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