WASHINGTON.- Estados Unidos llegó al 70 % de su población adulta con al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19 este lunes, un mes después de la fecha marcada por el presidente, Joe Biden, y cuando se hace evidente que la meta es insuficiente por la explosión de nuevos contagios.
Es por eso, precisamente, que la Casa Blanca defendió hoy que «ha llegado la hora» de extender las obligaciones de vacunarse, algo que el Gobierno federal ya ha hecho con sus empleados y estudia aplicar también en las Fuerzas Armadas.
En la rueda de prensa del equipo de respuesta contra la pandemia, el coordinador de dicho equipo, Jeff Zients, puso el acento en la necesidad de extender los requerimientos para vacunarse, como están haciendo algunas empresas como Google o Walmart, además del mismo Gobierno.
Biden no ha descartado imponer un mandato de vacunación a nivel nacional en el futuro, aunque de momento solo ha exigido a los trabajadores públicos federales que lo hagan si no quieren verse obligados a someterse a pruebas de covid-19 regularmente.
«Es hora de imponer algunos requerimientos basándonos en la realidad de los diferentes riesgos que corren quienes no están vacunados frente a quienes lo están», dijo Zients.
Estos globos sonda por parte de la Casa Blanca llegaron el día en el que según datos oficiales de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) el país alcanzó el 70 % de su población adulta vacunada con al menos una dosis y el 60,6 % totalmente inoculados.
Datos que, sin embargo, no distinguen a los residentes en el país de los miles de personas que han viajado desde otras naciones, principalmente latinoamericanas, con el propósito único de vacunarse.
Pese a que la barrera del 70 % se ha rebasado un mes después del objetivo marcado por Biden del 4 de julio, Día de la Independencia, se ha logrado ahora gracias a un impulso en los últimos días en la vacunación provocado por el temor a la variante delta.
El director de datos sobre la covid-19 de la Casa Blanca, Cyrus Shahpar, indicó que en la última semana se han administrado «más de 468.000 dosis, de las que 320.000 han sido a personas que han sido inoculadas por primera vez.
«La media de siete días de los nuevos vacunados es la más alta desde el 4 de julio», agregó Shahpar, quien instó a «seguir trabajando para vacunar a más personas».
Hace un mes la pandemia parecía superada en EE.UU. con poco más de 10.000 contagios diarios, pero en los últimos 7 días se ha registrado el nivel más alto de contagios de todo el verano, con 72.000 casos al día, un 44 por ciento más que en la anterior semana.
Florida es ahora el epicentro de esta nueva ola, que el Gobierno insiste en definir como la «pandemia de los no vacunados».
En Florida, de hecho, se ha superado con 10.207 hospitalizaciones por covid-19 el anterior récord de 10.179 alcanzado en julio de 2020, antes de que las vacunas estuvieran disponibles.
La presidenta de la Asociación de Hospitales de Florida, Mary Mayhew, explicó que más del 50 % de esos hospitalizados a causa de la covid-19 tiene entre 25 y 55 años, algo «dramáticamente diferente» de lo que visto el año pasado, y que el 96 % son personas no vacunadas.
Este lunes anunció que había dado positivo pese a estar vacunado el senador republicano Lindsey Graham.
«Estaré en cuarentena durante diez días. Estoy muy contento de haberme vacunado porque sin la vacuna estoy seguro de que no me sentiría tan bien como ahora. Mis síntomas serían mucho peores», indicó el senador.
Graham participó el fin de semana en un pequeño encuentro con otros senadores organizado por el demócrata Joe Manchin en su embarcación en Washington, por lo que otros legisladores podrían perderse las próximas sesiones en la Cámara Alta, que está justamente aprobando un ambicioso plan de infraestructura clave para Biden.