Washington.- El Gobierno de Estados Unidos tratará los ataques de «ransomware» -programas malignos que toman el control de un sistema y piden un rescate para devolvérselo a su dueño- como amenazas a la seguridad nacional en lugar de como crímenes tradicionales, anunció este jueves la Casa Blanca.
El cambio de política formará parte de la nueva Estrategia Nacional para la Ciberseguridad de la Administración estadounidense, que buscará reforzar las infraestructuras críticas del país ante la creciente amenaza de los ciberataques.
En una llamada con periodistas, funcionarios de alto nivel del Gobierno de Joe Biden explicaron que la nueva designación permitirá a los Departamentos de Estado y del Tesoro emitir sanciones contra las entidades responsables de ejecutar este tipo de ataques.
Uno de los funcionarios aseguró que la intención de EE.UU. es que sus aliados se sumen a los esfuerzos por perseguir a estas entidades, de forma que se «reduzca la superficie de la Tierra donde la gente puede cometer estos crímenes con impunidad».
«Si a un criminal se le impide salir de las fronteras de Rusia, tal vez eso sirva para disuadirlo», añadió.
ACTORES MALICIOSOS
En este sentido, la Estrategia identifica a Rusia, China, Corea del Norte e Irán como los cuatro principales «actores maliciosos» a combatir.
En el caso de China, el plan critica su «visión del autoritarismo digital», que Pekín estaría tratando de exportar a otros países y que se basa en el uso de internet para vigilar e influir en la población.
En cuanto a Rusia, las autoridades estadounidenses pusieron de relieve sus esfuerzos por desestabilizar las democracias occidentales mediante ciberataques o interfiriendo en elecciones, así como dando asilo a grupos de cibercriminales.
De hecho, junto a estos países, la Estrategia cita a las redes internacionales de cibercriminales, y específicamente a las que realizan ataques con «ransomware», como una amenaza a la seguridad nacional, pública y económica de EE.UU. y de sus aliados.
El documento recuerda que estas redes suelen operar en países con los que EE.UU. no tiene acuerdos de cooperación policial.
CINCO PILARES
La Estrategia de Biden para impulsar la ciberseguridad incluye muchas medidas que el Gobierno del demócrata ya ha empezado a implementar, como la inversión el tecnologías de computación cuántica o el refuerzo de las infraestructuras clave.
En concreto, el plan se basa en cinco pilares: la defensa de infraestructuras críticas, como la red eléctrica; la disrupción de amenazas; el impulso de la ciberseguridad a través de estímulos al mercado; la inversión en el futuro; y el desarrollo de alianzas internacionales.
En el ámbito de las infraestructuras, de hecho, el Gobierno estadounidense anunció que pedirá una serie de requisitos básicos de ciberseguridad que los operadores de estos servicios deberán cumplir.
«Debemos asegurar que internet continúa siendo abierto, libre, global, interoperable, fiable y seguro -anclado en valores universales que respetan los derechos humanos y las libertades fundamentales», dijo Biden en un mensaje para acompañar el lanzamiento de la Estrategia.
«Estados Unidos está preparado para hacer frente a este desafío», concluyó.