WASHINGTON.- EE.UU. acusó este miércoles a China de haber estado trabajando desde hace varios años en un «programa» de globos para labores de espionaje que ya han sobrevolado varias regiones, incluida Latinoamérica.
Así lo explicó John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, en una comparecencia ante los medios en el centro de prensa extranjera.
«Este es un programa en el que los chinos han estado trabajando durante varios años. Ellos (los chinos) han intentado mejorarlo, lo han hecho crecer y lo han incrementado, todo con el objetivo de obtener información de inteligencia», afirmó el portavoz.
Kirby adelantó que EE.UU. está hablando con sus aliados en el mundo para ofrecerles información sobre el alcance de ese programa de espionaje y, sin dar muchos más detalles, indicó que este miércoles se dará a conocer nueva información al respecto.
«Estados Unidos no es la única nación que se ha visto afectada por esto. Y creemos que es importante que nuestros socios y aliados tengan información de esto», aseveró.
Estados Unidos derribó el sábado pasado un «globo espía» chino que llevaba días sobrevolando varias zonas del país, como el estado de Montana (noreste), donde se encuentra uno de los tres campos de silos de misiles nucleares existentes en territorio estadounidense.
China admitió que el globo le pertenece, pero dijo que se había extraviado y que se usa para fines meteorológicos, no para espionaje.
EE.UU. también anunció el viernes pasado que había detectado otro «globo espía» sobre Latinoamérica, algo que admitió el Gobierno chino, pero siguió manteniendo que ese dirigible no representa «ninguna amenaza».
Preguntado por EFE sobre ese globo, Kirby explicó que el Gobierno de Joe Biden determinó que ese dirigible no era «una amenaza militar» para la región, la misma conclusión que los servicios de inteligencia estadounidenses alcanzaron sobre el globo chino que sobrevoló Estados Unidos.
Los países sobre los que se ha detectado la aeronave son Costa Rica, Colombia y Venezuela, según diferentes fuentes.
El descubrimiento de estos «globos espía» desencadenó una crisis diplomática entre EE.UU. y China y motivó la suspensión de un viaje que el secretario de Estado, Antony Blinken, tenía previsto hacer al país asiático.