Washington.- El Gobierno estadounidense detectó al menos otros tres globos espías chinos aparte del que sobrevoló Estados Unidos a finales de enero y que fue derribado sobre aguas del Atlántico el 4 de febrero, indican documentos del Pentágono filtrados y de los que se hace eco The Washington Post.
Esa información apunta que uno de esos tres globos adicionales sobrevoló un grupo de portaaviones y que otro se estrelló en el Mar de China Meridional.
Uno de los documentos en los que apoya su exclusiva fue elaborado por la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA, en inglés) diez días después de que el 4 de febrero se derribara el primer globo chino del que se tuvo conocimiento público, bautizado por los expertos gubernamentales como Killeen-23.
Ese papel menciona otros dos globos – Bulger-21 y Accardo-21 – pero no deja claro si son los mismos que el que sobrevoló los portaaviones y el que se estrelló en el Mar de China Meridional.
De Bulger-21 sí se precisa que sobrevoló el planeta de diciembre de 2021 a mayo de 2022 con un equipo sofisticado de vigilancia, mientras que de Accardo-21 se apunta a que cargaba un material similar.
Aparentemente, según el diario, los globos toman el nombre de conocidos delincuentes, como el mafioso Tony Accardo o los también gángsters James «Whitey» Bulger y Donald Killeen.
Del globo chino derribado se cree que podía generar suficiente energía como para operar «cualquier» tecnología de vigilancia y reconocimiento, incluido un tipo de radar con visión nocturna y que puede atravesar nubes y material fino.
The Washington Post obtuvo ese material de imágenes de documentos publicados en la plataforma Discord. El joven sospechoso de haber difundido ahí esa información, Jack Teixeira, fue imputado este viernes por delitos de transmisión y extracción de información clasificada.
Todavía se desconoce el impacto que tendrá esa filtración, pero algunos analistas la han comparado con la que vivió el país en 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que Estados Unidos puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El primer globo chino que llegó a conocimiento público desencadenó en su día una crisis bilateral entre ambos países. Pekín admitió que el globo le pertenecía, pero dijo en su defensa que se había extraviado y que se usaba para fines meteorológicos, no para espionaje.