Washington.- La Casa Blanca anunciará este jueves una propuesta para construir una red de cargadores para vehículos eléctricos que sean «fáciles de usar, confiables y accesibles» y así asegurar que EE.UU. sea el país que lidere la revolución de los coches eléctricos, adelantó el secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg.
“Para apoyar la transición a los vehículos eléctricos, debemos construir una red de cargadores nacionales que haga que encontrar un sitio donde recargar sea tan fácil como repostar en una gasolinera”, dijo el secretario demócrata en una llamada con la prensa.
Este es un paso más para ayudar a que se llegue al objetivo de impulsar la construcción de una red nacional de 500,000 cargadores de vehículos eléctricos para 2030, plan que forma parte de la ley de infraestructura bipartidista de 1,2 billones de dólares.
“Esta Ley brinda a los estados del país tanto el financiamiento como el marco para construir una red de cargadores confiable que dé a más personas la confianza que necesitan para comprar y usar vehículos eléctricos para viajar de costa a costa y en todos los estados intermedios”, dijo la responsable de la Administración Federal de Carreteras de EE. UU., Stephanie Pollack.
El objetivo del proyecto es que haya «estándares mínimos garantizados» independientemente del tipo de vehículo, el estado o la aplicación que use el conductor.
Según la Casa Blanca, las ventas de vehículos eléctricos se han duplicado desde que Biden entró en el Despacho Oval.
Ahora hay más de dos millones de vehículos eléctricos y 100.000 cargadores en las carreteras de EE. UU.
La Ley de Infraestructura bipartidista destina 7.500 millones de dólares para infraestructura de recarga de vehículos eléctricos y más de 7.000 millones de dólares para las cadenas de suministro de minerales críticos necesarios para baterías, componentes, materiales y reciclaje.
Paralelamente, Biden está presionando al Congreso para que dé luz verde a su plan de proporcionar ayudas económicas a aquellas personas que busquen comprar un vehículo eléctrico hecho, en parte, en Estados Unidos.