REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles el octavo aumento consecutivo de tipos de interés, esta vez de un cuarto de punto, y adelantó que será apropiado continuar con las subidas pese a que la inflación está bajando.
«Si bien los desarrollos recientes son alentadores, necesitaremos mucha más evidencia para estar seguros de que la inflación se mantiene a la baja», apuntó el presidente del regulador, Jerome Powell, tras el anuncio.
El alza del 0.25, menor que las anteriores, confirma una ralentización en las subidas y con ella los tipos en EE.UU. se sitúan en una horquilla de entre el 4.5 % y el 4.75 %, la cifra más alta desde septiembre de 2007.
Powell anticipó que «los aumentos continuos serán apropiados» para lograr una política monetaria «lo suficientemente restrictiva» para bajar la inflación al 2 %.
«Hemos recorrido mucho terreno y aún no se han sentido todos los efectos de nuestro rápido endurecimiento hasta el momento. Tenemos más trabajo por hacer», insistió.
El presidente del regulador explicó que, si se cumplen los pronósticos económicos que señalan hacia un crecimiento más lento de Estados Unidos este año, «algo de debilitamiento en las condiciones del mercado laboral» y una bajada de la inflación constante «pero no rápida», «no será apropiado recortar las tasas este año».
Si se cumplen otros pronósticos que apuntan hacia una bajada más rápida de la inflación, añadió, «entonces lo veremos».
Para tratar de combatir la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 las subidas de tipos con un alza de 25 puntos básicos. En mayo elevó los tipos medio punto y en junio ya comenzó una serie de incrementos de 75 puntos básicos, antes de volver a subirlos medio punto en diciembre pasado.
Desde que la inflación alcanzó su máximo en junio (9.1 %) se ha relajado hasta el 6.5 % y en diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que, según los analistas, es señal de que las subidas de tipos están comenzando a hacer efecto en la economía estadounidense.
Sin embargo, apuntó Powell, «sería muy prematuro declarar la victoria»: «Cuanto más se prolongue el actual episodio de alta inflación, mayor será la probabilidad de que se arraiguen las expectativas de una mayor inflación».
Powell señaló que «es bueno» que la bajada de la inflación vista hasta ahora «no se haya producido a expensas de un mercado laboral más débil», aunque reconoció que el descenso está «en una etapa temprana» y está causada también «porque las cadenas de suministro se han arreglado» y la demanda ha aumentado en el sector servicios.
Sin embargo, en sectores como la vivienda, se espera que «la inflación continúe subiendo por un tiempo» y que «luego baje».
Para determinar el alcance de los subidas futuras, explicó la Fed en un comunicado, se tendrán en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, el tiempo que tarda en verse el impacto de dicha política en la economía y la inflación, y la evolución económica y financiera.
El regulador estará también atento a la evolución de la guerra de Rusia contra Ucrania, que «está causando tremendas dificultades humanas y económicas y está contribuyendo a aumentar la incertidumbre global», señaló.
Así, aseguró, el organismo está «preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que podrían impedir el logro de los objetivos del Comité».
La decisión fue anunciada tras los dos días de reunión que han mantenido los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), que votaron unánimemente.
La próxima reunión del comité, donde podrían anunciarse nuevas subidas, tendrá lugar los próximos 21 y 22 de marzo.