Ejemplo a seguir

Además de la diafanidad, los voceros de los partidos representados en la Sala Capitular destacaron otros rasgos de la personalidad de Collado que son igualmente significativos, al señalar que fue ejemplo de consenso, armonía y liderazgo.

En un país donde la transparencia y una gestión diáfana desde esferas públicas no son tan abundantes, ni siquiera en épocas de emergencia nacional como la actual, hay que destacar como un gesto positivo el reconocimiento de que fue objeto David Collado al finalizar su gestión de alcalde, por haber impuesto un nuevo y exitoso modelo de fortalecimiento institucional en el Distrito Nacional.

Esta justa y muy merecida distinción tiene una incuestionable credibilidad por el hecho de que, además del bloque del Partido Revolucionario Moderno (PRM), fue suscrita también por otros partidos que forman parte de la Sala Capitular de la alcaldía distrital y que actuaron con altura y sin mezquindad.

Así como las malas acciones en la gestión pública deben merecer el repudio unánime y el reclamo de sanciones a quienes defraudan a los votantes al acceder al manejo de fondos públicos, las gestiones transparentes e idóneas tienen que ser reconocidas y también emuladas.

Collado dejó en el cabildo capitaleño una impronta de integridad y una nueva visión sobre la forma en que se debe ejercer la gestión desde una función pública, dando un buen ejemplo a seguir por los alcaldes electos en las pasadas elecciones y que ya comenzaron a dirigir diferentes administraciones edilicias.

Desde que llegó a la alcaldía del Distrito Nacional, Collado proclamó y así lo cumplió a lo largo de su gestión, el empeño de realizar una administración municipal diáfana y para que no quedara en una simple declaración de intenciones sujeta a dudas, obtuvo la supervisión y garantía del PNUD de Naciones Unidas, que lo acompañó y destacó sus logros.

Además de la diafanidad, los voceros de los partidos representados en la Sala Capitular destacaron otros rasgos de la personalidad de Collado que son igualmente significativos, al señalar que fue ejemplo de consenso, armonía y liderazgo.

Estas condiciones también son ejemplares y dignas de seguimiento porque hemos visto cómo algunos alcaldes tienden a convertirse en verdaderos dictadores que centralizan la función municipal sin tomar en cuenta la coexistencia entre las diferentes fuerzas políticas, lo que a su vez perjudica la efectividad de la gestión edilicia.