SANTO DOMINGO.- El Doctor Fulgencio Severino, director del Departamento de Cardiología del Hospital Salvador B. Gautier, advirtió sobre la alarmante prevalencia de enfermedades cardiovasculares en República Dominicana.
El cardiólogo compartió datos preocupantes y llamó la atención sobre la necesidad de tomar medidas inmediatas para abordar esta crisis de salud pública.
En ese sentido, Severino señaló que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el país, representando un 38.5% de todas las defunciones anuales. Agregó además que, aproximadamente la mitad de estas muertes ocurren en personas menores de 70 años, lo que subraya la urgencia de abordar este problema de salud en todas las edades.
El 55% de este porcentaje de muertes se atribuye a enfermedades de las arterias coronarias, cobrando la vida de alrededor de 15,600 personas cada año. En segundo lugar, se encuentran los accidentes cardiovasculares, que contribuyen con el 11% de las muertes en el país. Estas enfermedades, según el Dr. Severino, son tratables, pero se necesita una amplia acción a nivel gubernamental para prevenir y tratar eficazmente estos problemas.
«La prevención primordial es clave. Esto implica promover un estilo de vida saludable, lo que requiere políticas públicas que fomenten el ejercicio y la actividad física. Para lograrlo, es fundamental garantizar la seguridad en las calles para que las personas puedan caminar y hacer ejercicio sin temor a la delincuencia», destacó el galeno.
Severino enfatizó la importancia de abordar los problemas alimentarios en la población dominicana. Según sus estimaciones, el 30% de las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con una mala alimentación. El alto consumo de carbohidratos y la proliferación de comidas rápidas con grasas dañinas son factores que contribuyen al aumento de peso, la obesidad y, por consiguiente, a las enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, el experto en el tema expresó su preocupación por la falta de acceso a tratamiento para muchas personas con condiciones cardiovasculares, como la hipertensión arterial. «Hemos estimado que alrededor de 3 millones de personas sufren de presión arterial alta en República Dominicana, pero la mayoría de ellos no tienen acceso a un tratamiento adecuado. El 50% de los pacientes hipertensos no están bajo control, lo que los expone a enfermedades como accidentes cerebrovasculares y cardiopatía isquémica».
Uno de los desafíos más apremiantes que mencionó el doctor Severino es la falta de acceso oportuno a tratamientos coronarios en el país. Aunque se han logrado avances en este sentido, dijo que los centros de atención se concentran principalmente en áreas urbanas, lo que provoca retrasos en el tratamiento de pacientes que experimentan eventos coronarios agudos. Esta demora puede resultar en una mayor incidencia de insuficiencia cardíaca y, en última instancia, en un aumento de las hospitalizaciones.
De acuerdo a lo expresado por Severino, el 50% de todos los pacientes que sufren un infarto, a pesar de recibir tratamiento con angioplastia, terminan en insuficiencia cardiaca, agregó que “esto es un grave problema y contribuye significativamente a la carga de hospitalización en el Hospital Salvador B. Gautier, donde aproximadamente el 60% de las hospitalizaciones se deben a fallas cardiacas».
El Dr. Severino subrayó la necesidad de un compromiso gubernamental para abordar estos desafíos de salud. «Estas enfermedades están afectando en gran medida a los más pobres, quienes tienen dificultades para comprar sus medicamentos. En el Hospital Salvador B. Gautier, la mortalidad alcanza el 17%, lo que refleja la urgencia de tomar medidas».
Juventud con problemas cardíacos
En cuanto a los jóvenes, el cardiólogo destacó que la vida sedentaria y una alimentación deficiente están contribuyendo a un aumento en la incidencia de enfermedades coronarias en esta población. «Estamos registrando un 5% a 7% de casos de enfermedad coronaria aguda en pacientes menores de 40 años».
El Dr. Severino concluyó haciendo un llamado a la acción: «Recomiendo adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación adecuada y ejercicio regular. Además, es esencial que desde el gobierno se garantice el acceso a los medicamentos necesarios para los pacientes con enfermedades cardiovasculares».