“El Arte de hablar, y la Virtud de Callar”

Cristo cuando hablaba encendía los sinceros corazones, pero el callar sorprendió a los demás, desconcertó a sus enemigos y callando enseño a llevar la cruz.

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Hablar es fácil, pero el callar es muy, pero muy difícil. Siempre he dicho que si el hablar pagara impuesto, habría que tener dos trabajos, unos para mantenernos y uno para pagar los impuestos al gobierno.

Las palabras de Cristo fueron amables, atrayentes, con mucho cariño, pero a la vez eran decisivas y convincentes. Llamo a poner los puntos sobre las ies. Vino sin rodeos, con humildad y sencillez. No se defendió contra las infamias, calumnias, y acusaciones que proferían ante El.

Él nos dio los siguientes ejemplos a seguir:

Hablar oportunamente, es ACIERTO.

Hablar frente al enemigo, es CIVISMO.

Hablar ante una injusticia, es VALENTIA.

Hablar por rectificar, es un DEBER.

Hablar para defender, es COMPASION.

Hablar ante un dolor, es CONSOLAR.

Hablar para ayudar a otros, es CARIDAD.

Hablar con sinceridad, es RECTITUD.

Hablar de uno mismo, es ser VANIDOSO.

Hablar para aclarar un chisme, es OBLIGACION.

Hablar disipando falsedades, es tener CONCIENCIA.

Hablar debiendo callar, es NECEDAD.

Hablar por hablar, es TONTERIA.

Hablar de Dios, significa MUCHA VALENTÍA; Y AMOR A EL.

Cristo cuando hablaba encendía los sinceros corazones, pero el callar sorprendió a los demás, desconcertó a sus enemigos y callando enseño a llevar la cruz.

Callar cuando te insulta, es AMOR.

Callar las propias penas, es SACRFICIO.

Calla de si mismo, es HUMILDAD.

Callar las miserias humanas, es CARIDAD.

Callar a tiempo, es PRUDENCIA.

Callar en el dolos, es PENITENCIA.

Callar las palabras, es VIRTUD.

Callar cuando hieren, es SANTIDAD.

Callar para defender, es NOBLEZA.

Callar los defectos ajenos, es BENEVOLENCIA.

Callar debiendo hablar, es COBARDÍA. 

Debes aprender a CALLAR para poder HABLAR con tino, porque si HABLAR es plata, el CALLAR es oro.

Callar las cualidades propias, es HUMILDAD.

Callar las buenas obras del prójimo, es EVIDIA.

Callar para no herir a los demás, es DELICADEZA.

Callar los defectos propios, es PRUDENCIA.

Callar los defectos ajenos, es CARIDAD.

Callar las palabras inútiles, es SABIDURIA.

Callar a tiempo, es DICERNIMIENTO.

Callar junto al que sufre, es SOLIDARIDAD.

Callar cuando se ha de hablar, es COBARDIA.

Callar ante el fuerte, es SOMETIMIENTO.

Callar ente el débil, es MAGNAMIDAD.

Callar ante una injusticia, es COMPLICIDAD.

Callar cuando te humillan, es andar en la VERDAD.

Callar ante la injuria, es FORTALEZA. 

Ojala puedan reflexionar sobre estas oraciones al igual que yo lo hice.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.