Estamos en la era de la comunicación, dicen algunos, de lo cual no estoy tan segura, pues a veces parecería que es más la era de la sobre exposición o de la interconexión que necesariamente no significa estar comunicados en lo que realmente implica como proceso de vinculación entre las personas.
Hoy a través de la tecnología nos hablamos, escribimos, pero no nos comunicamos que implica mirarse, escucharse, tocarse, validarse, pero parece que lo queremos entender de este modo porque en días pasados vi en un programa de TV a una colega reconocer al BB como un “buen canal de comunicación entre padres e hijos”.
Quiero decir que más que eso lo miro como una trampa que nos hace creer que estamos comunicados, como un proceso de seducción hacia el consumismo tecnológico y más aún un proceso de alineación en el que perdemos la capacidad maravillosa que como humanos tenemos de entregarnos a los demás en el vinculo de la comunicación.
Me resisto y me seguiré resistiendo mientras no tengamos la capacidad de discriminar quién merece nuestra atención y en qué momento.
Lamentablemente los más queridos, los más cercanos al fin y al cabo, los realmente importantes, son los que terminamos desechando en esta selección de la atención o si los atendemos quedan en el ultimo lugar de la fila, luego de haber respondido, leído y “comunicado” con todo aquel que se le ocurrió ese día, hacer activar el sonido molestoso que anuncia la entrada de un mensaje.
A veces he hipotetizado sobre la posibilidad de que ese sonido, llene la necesidad que tenemos los humanos de ser tomados en cuenta, buscados, solicitados y por eso la respuesta tienen que ser de inmediato, sin tardanzas, como si tuviésemos la certeza de que algo grave ocurre y por eso nos están “comunicando”.
Talvez algún colega pudiera alegar que ha servido el BB para llenar los silencios de las parejas que no tienen nada para decirse de frente y que salen juntos, pero cada uno con su BB “conversa” con otra persona que no se encuentra físicamente. Gran favor que nos hacen los BB pues mientras más ocupación individual, estando “juntos” tiene la pareja, más durará el estado de anestesia en que viven y más tardaran en despertar.
Talvez se pudiera justificar la falta de educación para con un disertante que al cualquier persona del publico le parezca “aburrida” su conferencia, el BB le sirve para ocuparse de algo más entretenido o en palabras mas convincentes, algo muy importante que no se podía dejar pasar.
No se si lo han sentido, pero yo lo he sufrido en carne propia, gente querida que en el pasado tenia capacidad de escucha, que podía tranquilamente dedicar tiempo a escuchar a los otros, de repente no puede y reitero, no puede estar tranquila escuchando, luego de haber integrado a su mundo de la comunicación la tecnología de un BB. Es como si ya la persona que tienes en frente no importara, como si los que están no estuvieran, no existieran. Se interrumpe la mirada, que sí comunica, para mirar al BB, que dio la señal de que algo está ocurriendo, como si enfrente de sus ojos no estuviera ocurriendo nada. Hasta se pide permiso con cara de preocupación, más por el que está en el BB que por el que existe realmente en persona.
Que contar de los padres y los hijos, las familias, cada uno con su BB, que les sirve a los padres para liberarse de sentimiento de culpa por las ausencias y a los hijos para llenar los vacíos de esas mismas ausencias.
Los padres se dejan seducir, manipular y convencer de los chicos para estar a la moda y ya no necesitan nada más, con su BB están todos “comunicados”.
Falso de toda falsedad, es mentira y hoy lo quiero decir, pero es mejor no ver que no vemos y luego culpar, señalar, enjuiciar a otros por las consecuencias de lo que nosotros mismos hemos creado.