Miami.- La costa de Texas se encuentra bajo alerta de huracán por el avance de Beryl, que tocó tierra la madrugada de este viernes como huracán categoría 2 al norte de Tulum, en el Caribe mexicano, se degradó a tormenta tropical y ahora amenaza a este estado del sur de EE.UU.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) estadounidense indicó en su boletín más reciente, que el ojo de Beryl está a punto de salir a aguas del suroeste del Golfo de México y luego se desplazará hacia el noreste mexicano y el sur de Texas el fin de semana.
Beryl se encuentra a 0 kilómetros al este de Progreso (México) y a 935 kilómetros (580 millas) al este-sureste de Brownsville, en Texas, señaló el NHC.
El sistema presenta vientos máximos sostenidos de 100 kilómetros por hora (65 millas por hora) y se desplaza en dirección oeste-noroeste.
Se ha emitido una alerta de huracán para la costa de Texas desde la desembocadura de Río Grande hacia el norte hasta Sargent, y para la costa noreste mexicana, desde Barra el Mezquital hasta la desembocadura de Río Grande.
Los meteorólogos del NHC, con sede en Miami (Florida), pronostican que el centro del sistema se aproximará a la costa noreste de México y Texas el domingo.
Se espera un fortalecimiento gradual de Beryl, por lo que podría volver a subir a la categoría de huracán.
El centro de Beryl, que como huracán que alcanzó la máxima categoría, cinco, en el Caribe, tocó tierra la madrugada del viernes cerca de Tulum y el patrón de trayectoria muestra que la costa de Texas está expuesta a su embate.
Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica y el más temprano de categoría 4 registrado en la historia, se mueve con una velocidad de traslación de 24 kilómetros por hora (15 millas por hora).
En la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el pasado 1 de junio, se han formado hasta ahora tres tormentas tropicales con nombre: Alberto, Beryl y Chris.
Este año el Atlántico tendrá una temporada de huracanes muy por encima del promedio, con la posibilidad de hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete pueden ser de categoría mayor, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos.
El pronóstico refleja que este año se podrán formar un total de entre 17 y 25 tormentas, es decir, con vientos máximos sostenidos por encima de los 62 kilómetros por hora.