El cine iberoamericano, a disposición de escuelas y centros formativos

El catálogo ofrece 281 películas de ficción y 90 documentales y está a disposición de centros de formación, colegios, institutos, universidades, escuelas de cine o centros de mayores que pueden verse en línea en internet o descargándolas previamente.

Madrid.- Hace tiempo que las academias de cine reclaman que las películas más emblemáticas de cada país sean estudiadas en las escuelas, algo que pretende Ibermedia Digital, una plataforma con casi 400 películas que cuentan la historia cinematográfica de Iberoamérica.

El catálogo ofrece 281 películas de ficción y 90 documentales y está a disposición de centros de formación, colegios, institutos, universidades, escuelas de cine o centros de mayores que pueden verse en línea en internet o descargándolas previamente.

La iniciativa de Ibermedia estará presente en la Semana de la Cooperación Iberoamericana, que se celebra hasta el domingo 3 de noviembre, para darle visibilidad en los 22 países de la región.

No es un modelo que pretenda competir con las plataformas digitales de pago como Netflix o HBO, sino ser «una herramienta de cara a la educación y el conocimiento entre los iberoamericanos», explica a EFE la secretaria técnica de Ibermedia, Elena Vilardell.

¿CÓMO FUNCIONA?

La idea nació en 2013 y, desde entonces, la dinámica «ensayo-error» ha sido clave para su desarrollo, con una andadura que comenzó en Costa Rica y ahora mismo se está implantando en Argentina y Uruguay.

Las películas están agrupadas en ciclos temáticos inspirados por los planes educativos latinoamericanos, acompañadas por fichas didácticas de varios niveles para que los alumnos puedan complementarlas durante las clases que usen esta herramienta.

Según Vilardell, el ciclo que más piden las instituciones que ya usan Ibermedia Digital es el de temas LGTBI+, que incluye películas como la hispanocubana «Fresa y Chocolate», la venezolana «Pelo malo» y la uruguaya «El casamiento».

Otros ciclos se centran en cine hecho por mujeres, memoria histórica, violencia, vida en las ciudades, enfermedades o gastronomía iberoamericana.

Y es que la plataforma -a juicio de Vilardell- no es solo una herramienta educativa, sino también una forma de educar a los espectadores de cine iberoamericano y además crear nuevos públicos.

«Iberoamérica tiene que apoyar la formación de público, es una demanda del sector desde hace años y esta plataforma nos puede servir precisamente para eso, para educar la mirada» de los espectadores, comenta.

UNA HERRAMIENTA PEDAGÓGICA

La plataforma es también una herramienta «pedagógica espléndida», según el realizador Fernando Valdivia, que dirige la Escuela de Cine Amazónico en Perú y lleva más de 25 años organizando talleres de cine en los lugares más recónditos de la selva que ese país comparte con Brasil, Colombia, Bolivia, Venezuela, la Guyana Francesa y Surinam.

«Vamos a usarla a partir de enero -anuncia a EFE-, que es cuando damos los talleres, porque es como una olla a presión, llena de películas que reflejan un sinfín de identidades y que va a estimular a los chicos a crear.»

La escuela de cine se centra en ciudades amazónicas donde no hay salas de cine y no cuentan con tradición ni producción cinematográfica, pero también en lugares más pequeños donde a veces no hay electricidad y mucho menos internet.

«El objetivo principal es hacer cine en regiones donde no se hace, existe la necesidad de que la gente amazónica sea capaz de reflejarse en la pantalla», indica el realizador, quien se muestra convencido de que Ibermedia Digital permitirá acercar filmes «a los chicos de la Amazonía que, de otra forma, no tienen acceso a estas obras”.

En términos similares se expresa el responsable del área de cine de la Escuela Municipal de Artes de El Alto (Bolivia), Nelson Martínez, quien destaca la parte didáctica de la plataforma, con fichas por películas y ejercicios que los docentes pueden utilizar durante los talleres.

«Nos permite acceder a material de distintos lugares de Iberoamérica, pero para nosotros lo mejor son las clases magistrales de realizadores de distintos países sobre escritura de guiones, dirección de actores. Es lo que más nos ayuda”, explica.

EDUCAR EN DERECHOS HUMANOS

Uno de los valores del propio programa de cooperación y del cine iberoamericano, que se refleja en la plataforma, es que las películas que la forman no buscan solo su viabilidad económica, sino también transmitir un mensaje de defensa de los Derechos Humanos.

Así, Martínez valora el uso de Ibermedia Digital en la Escuela de Artes de El Alto, que lleva 17 años formando en danza, música y cine, entre otras disciplinas, y da talleres para chicos y chicas de entre 18 y 24 años, además de mujeres de mayor edad, normalmente las madres de los alumnos.

Según este peruano, el material les ha inspirado para producir su propio contenido educativo, centrados en la violencia contra las mujeres, uno los mayores problemas de esta ciudad de un millón de habitantes vecina de la capital boliviana.

«El número de feminicidios en El Alto es muy alto si lo comparas con otra ciudades bolivianas, nuestra intención es hacer uso de ese material para educar a través del audiovisual y generar debate y conciencia que defienda los derechos de las mujeres», apostilla.

Algo similar opina Cecilia Etcheverry, integrante de la asociación cultural Cineduca de Uruguay, que se centra en la formación con material audiovisual. Defiende que «la educación requiere cada vez más recursos audiovisuales como forma de encuentro y construcción del conocimiento».

Una situación que, a su juicio, se da sobre todo con las nuevas generaciones, que usan el lenguaje audiovisual «de forma natural».

En declaraciones a EFE, Etcheverry celebra la aportación de Ibermedia Digital, ya que «el problema que tiene la escuela es el acceso a recursos de calidad y la plataforma repara esta situación de una forma muy buena».

«Creo que contar con películas de esta calidad colabora, además de proveer recursos educativos, como una herramienta fundamental para la educación en Derechos Humanos», añade.

Según cuenta esta uruguaya, la plataforma ayuda a los alumnos de su asociación a «conocer las preocupaciones, problemas y costumbres de los pueblos hermanos», así como a «comprender las realidades de los demás países y ponernos en el lugar de otros».