De más en más abundan en la región latino-caribeña los presidentes, ex presidentes, ministros y funcionarios multimillonarios, representantes de la oligarquía capitalista nativa y transnacional.
Ante el fenómeno de los políticos convertidos al vapor en relevantes componentes del capitalismo parasitario, los narcos metidos a políticos y los políticos asociados a los capos, la poderosa cúpula capitalista tradicional ha decidido tomar importante cargos ejecutivos y legislativos en los Estados cada vez mas gansterizados del Continente Americano y más allá. Todos ellos entrelazados, compitiendo y cooperando entre sí, según temas y derivaciones de la crisis sistémica.
A esa dinámica perversa sirven las nuevas privatizaciones, los préstamos que las favorecen, las Alianzas Público-Privada (APPS), las contrataciones y compras sobrevaluadas, la usura tolerada o legalizada, el narcolavado y otros lavados parecidos, las exenciones de impuestos, las exoneraciones selectivas, las obras de infraestructuras dirigidas a incrementar el valor y la rentabilidad de las inversiones privadas, y las Constituciones y leyes hechas a la medida de una voracidad muy diversa.
Están también los paraísos fiscales y las empresas carpetas, offshore y demás yerbas no aromáticas.
Así, la nueva lumpen-burguesía que exhibe una gran y riesgosa creatividad delictiva para desarrollarse, se suma a una vieja lumpen-burguesía que ejerce, junto a la acumulación ampliada de capital, nuevas y viejas formas de acumulación originaria.
Esto llena de contradicciones al bloque político-social dominante, las cuales estallan periódicamente y obligan a una parte de sus componentes, a pagar costos de descréditos adicionales.
Las grandes y cada vez más profundas desigualdades sociales crecen a la velocidad de la diversificada gansterización del gran capital, ya heredado, ya robado, ya producto de la sobre-explotación de la fuerza de trabajo e intelectual.
Brotan así los escándalos relacionados con conflictos de intereses, tráfico de influencia y apropiación de lo público y lo social, ya sean empresas, territorios y naturaleza variada, incluida costas y fuentes de agua.
Llueven los nombres de los protagonistas de las fullerías legales e ilegales, propietarios de fortunas que se multiplican ejerciendo altas funciones públicas al servicio del capital privado, ya propio, ya de otros componentes de las elites de la clase dominante.
La inversión en política electoral opera como mecanismo de acceso o compra de cargos muy rentables para maniobras ilegítimas.
Los partidos se privatizan y son asaltados por grupos empresariales, que pasan fácilmente a ocupar las más altas funciones gubernamentales y Estado; lo que lo expone a descrédito mayores o los obliga a exhibir el cobre tras el baño de oro
Es ahora el caso de una buena parte de los integrantes del clan de los presidentes, ex presidentes y ministros empresario asociados a los paraísos fiscales y empresas offshore.
El Consorcio Internacional de Periodistas publicó con el nombre de PAPELES DE PANDORA la nueva versión de los PAPELES DE PANAMÁ, una investigación sobre las finanzas de 300 altos funcionarios a escala global y detectó depósitos en el exterior de ex presidentes y actuales gobernantes.
21 ex gobernantes, altos funcionarios y ex presidentes latino-caribeños han sido denunciados porque en diversos periodos escondieron millones en paraísos fiscales de Panamá, islas Vírgenes y Dakota del Sur; una parte de ellos para evadir impuestos y otra para obtener otras ventajas. La denuncia incluye tres presidentes activos, entre ellos a LUIS ABINADER.
Sus nombres están bien calientes en el Washington Post, BBC de Londres, La Jornada de México, The Guardian de Inglaterra, http://Noticiassin.com de República Dominicana y otros medios de comunicación.
Es el precio de lanzarse a la política y realizar campañas electorales como inversión de una de las partes de las fracturadas elites capitalistas enfrascadas con otras en pugnas por la preeminencia; ocultando vertientes de sus fortunas y operaciones empresariales antes de ocupar esas funciones públicas, o incluso en no pocos casos no declarando esas empresas como componentes de su patrimonio familiar.
Entre los ex presidentes, que según los Papeles de Pandora ocultaron fortuna para evadir impuestos, se destacan Kuczynski de Perú (sobornado por ODEBRECHT), Porfirio Lobo (el golpista que masacró al pueblo hondureño), César Gaviria y Pastrana (vinculados al y a la corrupción en Colombia), Ricardo Martinelli (procesado en Panamá) y Ernesto Pérez Balladares también de Panamá. Corruptos y multimillonarios todos.
El trió de presidentes activos con varias empresas offshore y operaciones en paraísos fiscales lo integran Guillermo Lasso (Banquero de Ecuador, Sebastián Piñera de Chile y Luis Abinader. Todos con grandes fortunas familiares.
Luis Abinader y dos hermanos aparecen en esos papeles como propietarios de LITLECOT INC. creada en el 2011 y PADRESO S.A. en el 2014, junto a un Holdings que incluye varias más.
Eso se desconocía cuando fue candidato, pero ciertamente incluyó esa información en su declaración patrimonial cuando asumió la Presidencia de la República. También se desconocía el monto de su fortuna.
Ahora alega que las referidas offshore han pagado los impuestos correspondientes en el país, sin precisar el monto de sus activos ni presentar todavía pruebas documentales del cumplimiento de sus compromisos fiscales.
Hemos dicho responsablemente que el Presidente Abinader -además de esclarecer todo lo concerniente a esa denuncia del Consorcio Internacional de Periodistas- tiene cuentas que explicar cómo la ubicación Cementera propiedad de su familia en Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño (violando aéreas protegidas por ley), y las obras de infraestructuras y políticas públicas que favorecen sus empresas.
Debe justificar la transparencia de la promoción gratuita a la empresa TESLA de Elon Musk en la ceremonia de toma de posesión, la protecciones y alianza política con el poderoso Grupo Vicini (responsable de variadas estafas al Estado Dominicano), el apoyo a su Ministro de la Presidencia (miembro del Grupo Vicini, señalado como beneficiario de la corrupción del gobierno anterior), y la designación de Samuel Pereyra Rojas como Administrador del Banco de Reservas (a pesar de estar involucrado en el fraude de la compra de aviones Súper Tucanos a Brasil en complicidad con el ex presidente Leonel Fernández).
A esto se agrega su injustificable silencio frente a la conexiones de la cúpula de su partido PRM con capos y redes de la drogas y respecto sus reiteradas visitas durante la campaña electoral a la familia López Pilarte; vinculada políticamente al PRM y denunciada por la Procuraduría General por delito de narcotráfico y lavado de dinero sucio.
Esos silencios le imprimen mucha fuerza a la percepción de que la proclamada transparencia y el cacareado compromiso de lucha contra la corrupción y la impunidad del Presidente de este Gobierno de Multimillonarios, tiene su límite en el área de sus “corruptos preferidos” y se detiene la acción de justicia cuando se trata de personeros del mundo empresarial, jefes militares y parcelas políticas propia o aliadas. Porque no hay dudas de que hay silencios más elocuentes que las palabras. 7-10-2021, Santo Domingo, RD
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