ESTADOS UNIDOS.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 3,08 %, hasta 102,33 dólares el barril, por el miedo a que la guerra de Ucrania pueda afectar al suministro de petróleo y a pesar del anuncio del viernes de la Agencia Internacional de la Energía de liberar reservas.
A las 9.02 hora local de Nueva York (13.02 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en mayo recortaban 3,06 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
El crudo de referencia en EE.UU. volvía a superar la barrera psicológica de los 100 dólares, después de que la semana pasada su precio registrara su peor caída en cerca de dos años tras dejarse más de un 12 %.
El viernes, los miembros de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) acordaron liberar más crudo de sus reservas estratégicas, a fin de combatir la volatilidad de precios en el mercado, aunque no detallaron la cantidad que sacarán a la venta.
La cifra concreta se divulgará a comienzos de esta semana, anunció la AIE en un comunicado publicado al término de una reunión de urgencia a nivel ministerial, celebrada por videoconferencia.
Los ministros destacaron que la guerra en Ucrania «continúa causando una tensión significativa en los mercados petroleros, lo que genera un aumento de la volatilidad de los precios» mientras los inventarios están «en su nivel más bajo desde 2014», añadió la nota.
Poco después, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que más de 30 países de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se unirán a EE.UU. para poner «decenas de millones» de barriles de petróleo en el mercado con el fin de frenar la subida de precios.
La AIE ya acordó el pasado 1 de marzo, una semana después de la invasión rusa de Ucrania, liberar 60 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de sus miembros en todo el mundo.
Es la tercera vez que el presidente Biden ordena utilizar las reservas estratégicas: liberó 50 millones en noviembre y otros 30 millones el 1 de marzo, aunque en esas ocasiones no se vio un impacto significativo en los precios de la gasolina, el diésel y otros combustibles derivados del petróleo.