El 24 de marzo de 1970 cinco militantes armados del Movimiento Popular Dominicano (MPD) secuestraron al teniente coronel Donal J. Crowley, agregado militar de la embajada norteamericana. Para soltarlo exigieron la libertad de 21 presos políticos de izquierda, entre ellos Maximiliano Gómez (“El Moreno”) y su traslado a México en un avión. Miembros de la iglesia católica actuaron como intermediarios y el presidente Richard Nixon de Estados Unidos cablegrafió urgentemente a Joaquín Balaguer pidiendo que cediera para que Crowley pudiese escapar con vida. Efectivamente, tres días después los presos salieron rumbo a México y, como se sabe, Gómez se fue a Bruselas y falleció trágicamente allí.
Casi tres años después, el 23 de enero de 1973, en Puerto Príncipe, muerto ya François Duvalier (“Papa Doc”) y gobernando su hijo Jean Claude (“Baby Doc”) Duvalier, elementos de izquierda raptaron no al agregado militar, sino al mismísimo embajador norteamericano Clinton Knox y, además, al cónsul general Ward Christensen. Knox, quien estuvo en esas funciones entre 1969 y 1973; fue secuestrado en su propia residencia por tres individuos incluyendo una mujer.
Para soltarlos exigieron la liberación de 31 presos políticos y la disponibilidad de un avión para asegurar que pudieran ir a México. Además, pidieron medio millón de dólares. El embajador francés Bernard Dorin fue quien actuó como mediador. Tan solo hubo que pagar US$70,000 y se ordenó la liberación de solo doce prisioneros políticos quienes fueron trasladados a un avión de la compañía Air Haití para que pudieran ir a México. El embajador francés y el de México acompañaron a los prisioneros desde la cárcel hasta el aeropuerto. Desaparecida la dictadura de “Baby Doc” la mayoría de esos prisioneros retornaron a su país, pero otros se instalaron en Chile y en Cuba.
Ojalá que hoy día no se les ocurra a políticos dominicanos imitar lo que están haciendo los políticos haitianos.
Pero dejemos de citar hechos históricos y hablemos de lo que ocurre hoy día. Estados Unidos sancionó la semana pasada al expresidente paraguayo Horacio Cartes por corrupción, a través de varias compañías una de las cuales curiosamente se llama “Dominican Acquisitions”. También sancionó por lo mismo al actual vicepresidente paraguayo Hugo Velásquez.
Estados Unidos también prohibió la semana pasada la entrada a su territorio del ex presidente de Panamá Ricardo Martinelly por involucramiento en actos de corrupción. Ya dos de sus hijos habían estado presos en Estados Unidos por corrupción vinculada al caso de Odebrecht.
Como se sabe ya anteriormente varios expresidentes y exvicepresidentes y políticos centroamericanos, para no hablar de políticos mexicanos, han sido condenados en Estados Unidos por las mismas razones.
¿Se oye esto en Santo Domingo?