REDACCIÓN.- En un contexto de alta incertidumbre política y económica y mientras la ministra de Economía argentina, Silvina Batakis, se encuentra en Estados Unidos para conversar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los tipos de cambio paralelos dieron este lunes un respiro después de varias semanas de escalada.
La cotización del dólar estadounidense en la plaza cambiaria informal de Argentina bajó este lunes 16 pesos, a 322 pesos por dólar, luego de alcanzar un nuevo valor récord el viernes pasado y acumular un incremento de 38 % en lo que va del mes, en medio de la creciente incertidumbre entre los inversores.
Mientras que en el mercado oficial se incrementó 75 centavos, a 136,75 pesos por unidad para la venta.
A estos valores, la brecha entre la cotización oficial y el denominado «dólar blue» (informal) es del 135 %.
El valor del dólar de los mecanismos financieros para inversores más sofisticados que, con su escalada de hasta 29 % en lo que va del mes también reflejó las turbulencias financieras en las últimas semanas, operó con tendencia dispar.
El dólar «contado con liquidación» (CCL, que consiste en comprar localmente con pesos argentinos acciones o bonos y venderlos en dólares en Wall Street) cedió un 0,1 %, hasta cerrar en 325,99 pesos por unidad.
Por su parte, el «dólar bolsa» o «dólar MEP» (que se consigue comprando activos que cotizan a la vez en pesos y en dólares, se pagan en pesos al adquirirlo y se venden en dólares en el mercado bursátil argentino) avanzó 1,4 %, hasta los 319,72 pesos por unidad.
El precio del dólar en Argentina ha subido en forma sostenida desde finales de junio último, cuando se sumaron restricciones para el acceso a divisas y luego renunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, en medio de tensiones financieras y las diferencias políticas al interior de la coalición de Gobierno.
Batakis, quien juró el cargo el pasado 4 de julio, asumió diciendo que iba a trabajar para avanzar al equilibrio fiscal, pero no ha logrado calmar a los mercados.
BÚSQUEDA DE APOYO
En este contexto, Batakis se encuentra de viaje en EE.UU., con una agenda intensa de reuniones no solo con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el consejero de Asuntos Internacionales del Tesoro de los Estados Unidos, David Lipton, y el director General de Operaciones del Banco Mundial, Axel Von Trotsenburg, sino también con empresas de EE.UU. que trabajan en Argentina, analistas e inversores.
El Gobierno de Alberto Fernández y el FMI sellaron en marzo pasado un acuerdo para refinanciar un préstamo de unos 45.000 millones de dólares concedido en 2018 al Ejecutivo de Mauricio Macri (2015-2019).
Ese entendimiento incluye un programa de facilidades extendidas (EFF), que contempla una reducción del déficit fiscal de Argentina hasta el 2,5 % del PIB en 2022, una contracción de la asistencia monetaria al Tesoro hasta el 1 % del PIB y un incremento de las reservas internacionales netas de 5.800 millones de dólares este año.
Los analistas del mercado dan pocos chances a que las metas del acuerdo se puedan cumplir y esas expectativas alimentan las turbulencias financieras, por lo que se espera el resultado de la conversación de Batakis con los funcionarios del FMI.
«Aún sin seguir escalando las cotizaciones libres, las brechas cambiarias actuales, que son las más altas en 40 años, lucen insostenibles», advierte un reporte de Portfolio Personal Inversiones. «Mientras tanto, no llegan grandes novedades desde el frente fiscal, que es lo que más ayudaría a calmar la tormenta», agrega.
Respecto de la deuda soberana argentina, PPI indica que «el débil escenario macroeconómico y los ruidos políticos son los principales ‘drivers’ negativos de la deuda argentina que, ante la falta de norte, espera señales de un rumbo claro».