x
19 Abril 2024

El Dr. Ureña, los excursionistas y el incidente fronterizo

Él y todo el su grupo de excursionistas, además de profesionales destacados, objeto de un aprecio adicional por quienes conocemos sus calidades, son sobretodo seres humanos merecedores de respeto.

Imagen sin descripción

En días recientes en nuestra República Dominicana se produjo una delicada situación entre un grupo de motociclistas, que practicando turismo interno incursionaban a lo largo de la frontera que divide los territorios haitiano y dominicano, el cual ilustra como desde centros de poder políticos económicos y mediático se manipula y atiza el tema fronterizo-migratorio a favor de la ideología racista preeminente en la cultura dominante dominicana.

En la excursión participó el doctor Pedro Ureña y un conjunto de profesionales de renombre en nuestro país, que fueron abusivamente retenidos y amenazados por un contingente de personas armadas de machetes, piedras y palos, bajo la mirada indiferente y la actitud pasiva de las autoridades militares dominicanas.

El doctor Pedro Ureña, prominente cirujano cardiovascular, es un uno de los gestores de uno de los centros privados del país de más alta calidad profesional (lo reconozco aunque siempre me opondré a la medicina como negocio)}; y junto a sus acompañantes, vivió -sin culpa alguna- horas de tensión y angustia.

Él y todo el su grupo de excursionistas, además de profesionales destacados, objeto de un aprecio adicional por quienes conocemos sus calidades, son sobretodo seres humanos merecedores de respeto.

Entendemos inaceptable, condenable, cualquier abuso de ese tipo, cualquier negación de libertad y del derecho al libre tránsito por cualquier ruta o espacio territorial autorizado por la ley, a cargo de cualquier grupo de personas, de la nacionalidad y la calidad que sea.

El delicado y riesgoso incidente se produjo casualmente en la destartalada Carretera Internacional, pegada a la línea fronteriza dominico-haitiana.

Se produjo en plena vía y está comprobado que quienes retuvieron a los excursionistas para presionar y obtener determinados reclamos, y probablemente recursos (no tengo elementos para calificar la acción de “secuestro” como se divulgó), fueron ciudadanos civiles haitianos, algunos portando machetes; quienes frecuentemente cruzan la frontera e incursionan sin requisitos legales en la parte dominicana, apoyándose siempre en negocios ilícitos o actividades mercantiles especulativas, que generalmente cuentan con la co-participación y complicidad de las autoridades dominicana.

Hubo reacciones airadas y amenazas injustificadas del grupo haitiano, al parecer motivadas por la previa captura de una motocicleta a un nacional de ese país, y a lo mejor con intenciones de atraco-peaje, generalmente facilitadas por la inacción cómplice de las autoridades militares dominicanas.

• LA MANIPULACIÓN RACISTA ANTI-HAITIANA DEL CASO.

El caso resonó porque se trató de quienes se trató: personas de prestigio profesional, conocidas, apreciadas, y porque además ha sido promovida con la marca anti-haitiana por el activo coro mediático racista y por políticos sembradores de odios entre los dos pueblos de esta isla con fines inconfesados.

Estoy seguro de que en toda la frontera y en ambos países se escenifican muy a menudo casos iguales y peores entre dominicanos aquí y entre haitianos allá, entre dominicanos y haitianos en la frontera y más allá, y entre dominicanos y chinos, y venezolanos, y puertorriqueños y alemanes, y rusos y gringos aquí y en ultramar.

Todo esto generalmente mezclado con el auge de diversas modalidades de delincuencia y el incremento de la cultura de la insolidaridad preeminente en un sistema que convierto todo en mercancía y valor de cambio.

En la frontera, la situación en ambas partes y entre ambas partes, es peor porque autoridades y empresarios dominicanos y haitianos interesados en el LUCRO ILEGAL, con un destacado papel de jefes militares y políticos de ambas partes, han convertido la frontera en un ENORME NEGOCIO, altamente RENTABLE; pasándole por encima a la ley y a las regulaciones migratorias, abusando de haitianos y dominicanos pobres, traficando de todo: seres humanos, niñas adolescentes, drogas, armas, mercancías…

Así las cosas, las atrocidades que militares, policías, políticos, empresarios dominicanos y bandas fanatizadas y manipuladas, cometen contra la migración haitiana documentada y no documentada, y contra los/as dominicanos/as descendientes de nacionales haitianos (de padre o madre, o de padre y madre), son indescriptibles.

Incluso hemos visto hasta las quemas masivas de sus viviendas.

Esas atrocidades son cotidianas.

Y eso nunca ha motivado campañas comunicacionales como las que se desató ahora en el caso de estos excursionistas criollos pertenecientes a las elites profesionales. Nunca han sido desplegadas en anteriores ocasiones conflictivas en las que dominicanos/as humildes o haitianos empobrecidos son los/as perjudicados/as.

Clasismo y racismo se combinan nuevamente para estimular políticas discriminatorias e ideología nazi-racista con el paragua histórico anti-haitiano, maltratando el tema de la separación de ambos países y estigmatizando la Nación más parecida al África súper-empobrecida y la primera en independizarse en nuestra América del colonialismo blanco-europeo, luego y actualmente recolonizada por el Imperialismo Occidental

Está claro que hay interés en discriminar desde la ideología del coloniaje blanco y de potenciar y expandir el racismo anti-haitiano y la xenofobia, para atizar el odio desde aquí y estimular la contrapartida desde allá.

Estas prácticas, destinadas a envenenar las relaciones entre ambos pueblos, les convienen sobremanera al poder explotador y mafioso que reina en República Dominicana y al similar que impera en Haití. Ambos países con sendos gobiernos actualmente impugnados por manifestaciones multitudinarias contra la corrupción, la impunidad y la tragedia social imperante; ambas naciones despojadas por EEUU y las Potencias Occidentales de sus respectivas soberanías, y ambos pueblos necesitados de la mutua solidaridad y del apoyo de los pueblos oprimidos y colonizados del mundo, y de toda la humanidad sensible.

Comenta con facebook