Pedía la pareja homosexual del Embajador de los Estados Unidos, que líderes de la Iglesia Católica le pidieran excusas, a partir de unas declaraciones del Papa Francisco, en las cuales consignaba que la iglesia debería pedir perdón a los colectivos LGBT.
Sacaba de contexto unas opiniones del contexto, ya que lo relatado por un periódico, en modo alguno no puede considerarse oficial, sino oficioso, dado que son los periódicos los que deciden, por conveniencia privada, lo que es y no es noticia. Se equivoca la pareja homosexual del Embajador, cuando confunde una declaración de un medio, con una comunicación oficial del vaticano.
Decía, mediante una comunicación digital, que sus puertas están abiertas para recibir las disculpas del Cardenal López Rodríguez, del Nuncio Thaddeus Okolo y del Obispo Víctor Masalles, para recibir sus excusas ante la comunidad LGBT. Hacía, claro está, una metonimia, al proclamarse, sin que nadie le eligiera líder de ese colectivo en el país, pues dejaba ver, que la Embajada de los Estados Unidos es también la oficina política, democrática y social de los LGTB.
Hablaba Francisco I, de que los cristianos deben pedir excusas a los homosexuales y todas las personas que han sido ofendidas o explotadas. Un mensaje del Papa que la pareja homosexual del Embajador usa como pretexto para atacar a la cúpula de la Iglesia Católica Dominicana, por sus críticas y protestas frente al comportamiento de esta pareja homosexual, que representa diplomáticamente, a los Estados Unidos.
Quiere la pareja homosexual del Embajador de los Estados Unidos colocar el Mes del Orgullo Gay en los medios de comunicación. Ya que se le pasa el tiempo, solo le quedan dos días al mes de Junio, sin que ellos, más allá de la tragedia de Orlando, tengan ningún protagonismo público, ni mediático. Buscan un enemigo en la iglesia, sin reparar que ésta en sus fantasías catastróficas.
Debería pensar la pareja homosexual del Embajador, que la homosexualidad es posible, solo desde la heterosexualidad, pues son parejas heterosexuales quienes procrean homosexuales, ya que, ni lesbianas, ni gay, ni bisexuales, ni transexuales son capaces de procrear entre parejas de un mismo sexo.
Sería productivo el debate, si la pareja homosexual del Embajador, reparara en el cuerpo humano, en las virtudes anatómicas, biológicas, fisiológicas, higiénicas y evolutivas de sus órganos. Pues con una mirada sintáctica, por ejemplo, de los Senos de un hombre y los de una mujer, podemos establecer la lógica de la naturaleza humana, en la moral de esos derechos sexuales y reproductivos que dicen defender los miembros del colectivo LGBT, en su inventada identidad sexual.