El fantasma neofascista y la resistencia contra él

El fantasma neofascista recorre el mundo abrazado al racismo y a los antiguos espíritus del odio a los emigrantes, del ultranacionalismo, del machismo patriarcal, del rechazo a los homosexuales y otras orientaciones sexuales y, en general, a toda suerte de discriminaciones asumidas por una civilización capitalista-imperialista decadente.

En Europa el neofascismo ha obtenido resonantes victorias recientes.

En EU su influencia crece en las elites capitalistas, las iglesias, el PR, el PD y su «estado profundo».
En su recorrido por diversos puntos de Nuestra América, ese fantasma, portador de la cultura de la muerte, ha alcanzado importantes logros en los países y fuerzas políticas proclives a dejarse influir por el colonialismo supremacista blanco remozado. Los ejemplos de los Bolsonaro, Milei, Noboa, Uribe, Bukele…son solo los más relevantes, pero hay que prestarle atención a lo que acontece en Paraguay, Perú y se gesta en otros países del continente con mayores retrasos.

República Dominicana no es excepción. Aquí es apreciable su expansión de sus componentes al interior de estado, partidos, medios, iglesias y clase dominante, aun sin lograr compactarse.

En días recientes, consumado el despliegue continuista de la fórmula preferida en República Dominica por el estado profundo de EEUU y amarrada a su decadencia, ese fantasma hizo escala en Santo Domingo para saludar la cruzada ultra conservadora atizada por el presidente Luis Abinader y comprometer su presencia al lado de Zelensky, junto a la OTAN, en el mamotreto de Lucerna.

Esa cruzada -entrampada en una competencia electoralista por el campeonato del conservadurismo racista entre gobierno-oposición e intensa alimentada por las ideologías racista y patriarcal–ha dado un salto de nociva calidad con la ingeniosa promoción de un spot televisivo que nos presenta ante el país y el mundo con una identidad nacional de “pura cepa”, con lo que se procura falsificar la historia de las luchas patrióticas y ocultar la verdad sobre la conformación de la identidad dominicana, ocultando sus raíces afrodescendientes y los crímenes del anexionismo colonialista.

Su lema principal reza así: ¡Dominicano de pura cepa!… ¡pa que lo sepan! Sobre eso he escrito bastante en días recientes.

• CONFIGURACIÓN Y CAUSAS DE LOS FASCISMOS DEL SIGLO XXI.

La configuración de los fascismos en el Siglo XXI avanza peligrosamente y es imperioso conocer y enfrentar sus diversas raíces y nuevas características, incluidas las fuentes que favorecen su demagogia populista.

Los procesos de empobrecimiento que provocan de los pueblos de los países centrales y periféricos del sistema capitalista en nombre de lo libertario empresarial, del individualismo y el libre mercado, incluido su impacto sobre fuerzas laborales blancas los países centrales y las avalanchas migratorias desde la periferia, son caldo de cultivo del pensamiento neofascista con alta dosis de populismo.

Igual la corrupción creciente y escandalosa de las partidocracias y el fracaso de la llamada democracia representativa en el marco de un neoliberalismo con diversas modalidades, combinaciones e intensidades, que se prestan establecer las culpas de los males sobre los políticos y el estado, a esconder la gansterización de las elites capitalista y exaltar la iniciativa privada.

Estos factores facilitan en ambos escenarios, centro y periferia, el auge de los ultranacionalismos con un fuerte componente populista conservador.

Por otro lado, a todo eso se suma que la multicrisis de decadencia del sistema capitalista-imperialista, cada vez más aguda en la súper-potencia estadounidense y en las demás potencias occidentales, embarcadas en guerras de conquista y reconquista, y prácticas ecocidas, ha empantanado su situación y agravado su declinación y su crisis sistémica.

Esto, además, aterra a la clase capitalista mundial y sus expresiones locales y las lleva a asumir con alto grado de violencia una misión imposible: recuperar por su poder disminuido; recurriendo a potenciar a su favor las discriminaciones de fuertes arraigos que la revolución y la democracia burguesa prometió conjurar.

• IMPACTOS, RESISTENCIAS, CONTRAPARTIDAS Y DESAFÍOS.

Esa estrategia de supervivencia y perpetuación incluye -además de riendas sueltas a las diversas modalidades de neofascismos- el empleo de la fuerza militar frente a las insumisiones de las sociedades agredidas, países, sectores y pueblos oprimidos/as.

En lo esencial se trata de una estrategia de guerra integral y permanente contra la humanidad, la autodeterminación de los pueblos y los derechos de vastos sectores sociales abusados.

Una estrategia que, a cargo del PENTÁGONO, OTAN, Israel, policías y ejércitos reaccionarios subordinados, en sus expresiones más destructivas, sangrientas y ecocidas, ha agravado drásticamente su descrédito.

Ella, a su vez, ha potenciado las fuerzas que se le oponen (potencias emergentes enfrentadas a EEUU, estados y pueblos en lucha por la autodeterminación y la paz, movimientos sociales y político-sociales en combate contra el neoliberalismo y las discriminaciones, clasistas, racistas y, machistas; rebeldías crecientes de las migraciones maltratadas y de los pueblos agredidos por la supremacía blanca y la depredación ambiental, y nuevos combates de organizaciones antiimperialistas y anticapitalistas).

Está en marcha un abanico de luchas diversas contra un sistema enfermo y agresivo en grado extremo, pero todavía con poderosas energías para resistir; potenciadas en medio de sus violentos estertores, cargados de crueldad por su temor a ser definitivamente desplazado.

Esto indica que esa agresividad destructiva del imperialismo occidental es más fruto de su debilidad que de su fortaleza, propia de una declinación y degradación evidentes, llenas de miedos; y de una repuesta desproporcionada, incapaz de vencer la tendencia en marcha a hacia un mundo multipolar, respetuoso de la diversidad cultural y de modelos socio-políticos.

Pero al mismo tiempo se nos presentan serias debilidades en la construcción y confluencia unitaria de las fuerzas imprescindibles para a alcanzar los niveles de conciencia y organización anti sistémica que posibiliten derrotar la cultura de la muerte y las amenazas neofascistas, vencer el ultra conservadurismo, e impulsar las nuevas democracias y los nuevos socialismos.

Estos son los grandes desafíos en este mundo convulsionado por un lumpen capitalismo imperialista que recurre sin el menor rubor a las nuevas modalidades de fascismo y de guerra; al caos bajo su control y al exterminio de pueblos y naciones.

Desafíos presentes aquí en un país sin soberanía, con un estado plagado de empresarios de las malas calañas, impregnado de conservadurismos, alimentador de las fuentes del neofascismo y servilmente atado a la decadencia de EEUU.

Es desde un estado con esas características, ubicado en ese contexto mundial, que su gobierno está hablando de reformas supuestamente promisorias, de cuyo posible destino me propongo escribir más adelante.