El 25 de diciembre el niño Jesús o Santa Claus se olvido de las mujeres. Quizás no sé portaron como se esperaba de ellas.
Este fin de año termina con un silencio cómplice frente a la violencia contra la mujer. A pesar de las injustificables cifras, más de 250 feminicidio en lo que va de año y el 30 por ciento de las mujeres agredidas por su pareja o ex pareja, creo que me quedo corta, la violencia contra la mujer todavía no es un problema de Estado.
¿Qué podemos hacer para enfrentar este flagelo? Es necesaria una inversión sostenida y constante en temas de prevención de la violencia contra la mujer. Una campaña masiva desde todos los ámbitos. Ya es momento para que todos los poderes del Estado, los partidos políticos y toda la sociedad asuman su responsabilidad frente a la violencia contra sus ciudadanas y lo hagan con acciones concretas, transparentes y compromisos medibles.
Para poder creer en el candidato del PRD, Hipólito Mejía con su: “Compromiso y voluntad contra la violencia hacia la mujer”, y en el candidato del PLD, Danilo Medina y su: “Tolerancia Cero a la violencia contra la Mujer”, ambos deben primero limpiar su entorno, para que no carguen con lastre de sujetos acusados de violación, de acoso sexual y de maltrato a las mujeres. En su defecto su discurso es una degeneración de la democracia, llamada demagogia.
Desde hace casi 15 años, República Dominicana cuenta con leyes eficientes, ley de la No Violencia contra la Mujer (24-97), y con el Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Para muchos estas leyes son inexistentes, como para Balaguer era nuestra Carta Magna, “un pedazo de papel”. Es imprescindible contar con una justicia inequívoca para enjuiciar a los culpables y poner fin a la impunidad.
La violencia contra la mujer dentro de ellas la violencia sexual, destacando la violencia sexual en menores de edad azota nuestro país bajo la más absoluta impunidad, enterrando el Art. 396.- SANCIÓN AL ABUSO CONTRA NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.
La violencia contra la mujer es una amenaza contra la democracia. La violencia contra la mujer no es un asunto exclusivo de las mujeres, nos afecta y perjudica a todos y todas. Te invito a educar para la paz, a defender el derecho a igual acceso a oportunidades, el derecho de la mujer a una vida digna. El feminicidio puede tocar tu puerta. ¡Reacciona!
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