Puerto Príncipe.- El Gobierno haitiano condenó este viernes los «graves incidentes» que el jueves afectaron a algunos diplomáticos en Puerto Príncipe, durante las violentas protestas registradas tras los nuevos asesinatos de policías a manos de bandas armadas.
En una misiva dirigida a las misiones diplomáticas en Haití, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cultos lamenta lo ocurrido y renueva a las embajadas y consulados presentes en el país «su voluntad de continuar trabajando en el restablecimiento de un entorno seguro, estable y tranquilizador, tomando las medidas necesarias».
«El Gobierno de la República -indica- es consciente de sus obligaciones y responsabilidades de asegurar la protección de los miembros del cuerpo diplomático (,,,) en el marco de la Convención de Viena».
En la violenta y tensa jornada del jueves, el jefe de la misión diplomática de Bahamas en Puerto Príncipe informó que habían sido detenidos por la Policía haitiana y despojados de su vehículo y armas.
Hoy mismo el Ejecutivo de Bahamas ordenó la salida de todo su personal diplomático de Haití de forma inmediata o tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan, «una medida temporal a la luz de los desarrollos recientes que requieren una evaluación y reorganización de la seguridad e inteligencia corporativa».
Ante la violencia desatada, hoy varias embajadas en Haití, como la española y la mexicana, permanecen cerradas al público y las legaciones piden a sus nacionales evitar los desplazamientos y mantenerse vigilantes.
El asesinato de varios policías el miércoles generó la condena de diferentes gobiernos y, en este sentido, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Bryan A. Nichols, llamó a la calma y aseguró que se seguirá «imponiendo costes a los responsables de esta odiosa violencia».
También Canadá subrayó que «continúa apoyando las soluciones propuestas por los haitianos para poner fin a la violencia que azota el país».
Francia condenó «con la mayor firmeza» los asesinatos de los agentes y afirmó que los autores de estos crímenes deben ser llevados ante la justicia.
El Ejecutivo de la vecina República Dominicana resaltó que seguirá «dando estrecho seguimiento a la situación» en Haití y «tomando todas las medidas necesarias para mantener la seguridad y la paz en nuestra frontera y territorio».
Haití vive hoy una jornada de aparente calma, después de los actos violentos de la víspera, con disparos, quema de neumáticos y ataques a la residencia privada del primer ministro del país, Ariel Henry.
Además, en los alrededores del aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe se levantaron barricadas y se quemaron neumáticos, lo que retrasó el aterrizaje del avión en el que Henry regresaba de Argentina tras participar en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En octubre pasado, el Gobierno solicitó oficialmente el envío de una fuerza extranjera, tras lo cual el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso establecer una «fuerza de acción rápida» compuesta por militares de uno o varios países y no bajo bandera de Naciones Unidas, pero esta iniciativa sigue sin concretarse.