Puerto Príncipe.- El hambre que afecta a la población haitiana está conduciendo a menores a unirse a bandas armadas, denunció este miércoles Save the Children, tras recibir informes de que algunos niños y adolescentes han matado, secuestrado y saqueado para conseguir alimentos.
La organización de defensa de los derechos de la niñez está recibiendo noticias sobre un creciente número de menores de edad que se ven obligados a tomar medidas desesperadas para poder alimentarse, mientras Haití se enfrenta a unos niveles de hambre sin precedentes en medio de una espiral de anarquía y desastres climáticos, recoge en un comunicado la ONG.
Según el asesor de alimentación y medios de subsistencia de Save the Children en Haití, Jules Roberto, los menores «no acompañados son los que corren mayor riesgo de ser reclutados. Una barriga hambrienta no tiene oídos: irá donde pueda conseguir comida, aunque eso signifique matar y saquear para conseguirla».
La ONG ha comprobado que muchas familias a duras penas consiguen alimentarse una vez al día y madres solteras han manifestado a miembros de la organización «que estaban pensando en dedicarse o se han dedicado al trabajo sexual para mantener a sus hijos».
Roberto advirtió de que «si no se prioriza y amplía el apoyo permanente en los campos de desplazados, se creará un caldo de cultivo para que las bandas atraigan a los niños más vulnerables hacia el reclutamiento».
La violencia en la que están implicadas pandillas y grupos armados se ha disparado más de un 140 % en lo que va de año en comparación con 2021, según el análisis de Save the Children de los datos de ACLED (sistema que recopila datos en tiempo real sobre las ubicaciones, fechas, actores, muertes y todos los eventos de protesta y violencia política reportados en todo el mundo).
Entre enero y marzo de este año, al menos 82 menores han muerto o han resultado heridos por la violencia de las pandillas, lo que supone un aumento del 55 % en comparación con el último trimestre de 2023, que es, además, el período más violento para este grupo de población que se haya registrado en el país, según datos verificados por la ONU.
De los 82 niños, niñas y adolescentes muertos o heridos, casi la mitad fueron alcanzados por las balas durante ataques de pandillas o durante enfrentamientos entre estas y la Policía.
Entre el 30 % y el 50 % de los grupos armados de Haití cuentan actualmente con menores en sus filas, según la ONU, muchos de ellos obligados a unirse a los grupos armados, mientras que otros se han unido voluntariamente como medida de supervivencia.
Uno de cada dos menores del país se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria debido a la escasez de alimentos provocada por la violencia de las pandillas, que controlan más del 90 % de Puerto Príncipe, complicando el acceso a alimentos nutritivos e incrementando el precio de la canasta básica en un 21 %.
Save the Children hace un llamamiento a los líderes mundiales para que protejan a los menores más marginados de Haití del reclutamiento por parte de grupos armados, y al Consejo de Seguridad de la ONU para que utilicen su poder para poner fin a la impunidad ante el uso de niños y adolescentes en esta crisis.
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