París.- El ciudadano maliense que el pasado sábado sembró el pánico en la parisiense estación de Lyon al herir con un cuchillo y un martillo a tres personas había premeditado su acción, según se desprende de sus primeras declaraciones a la policía reveladas este lunes por los medios franceses.
El hombre, de 32 años, guardaba un profundo resentimiento contra Francia a causa del trato que esta antigua potencia colonial había reservado a su abuelo, por lo que buscaba vengarse, señala la cadena de televisión BFMTV.
En todo momento, el agresor desvinculó su acción de cualquier móvil religioso aunque mostró su rechazo a la intervención militar de Francia en Mali, al tiempo que en su cuenta de la red social TikTok se encontró un vídeo de diciembre pasado en el que afirmaba: «RIP en tres meses, que Alá me acoja en el paraíso».
Los investigadores dejaron en segundo plano enseguida el móvil terrorista en la acción de este individuo, que sufría problemas psiquiátricos, tal y como aseguró a los agentes que le detuvieron, y que encontraron entre sus enseres medicamentos para sanar esos males.
Las pesquisas han determinado que este ciudadano maliense, que tenía permiso de residencia en Italia desde 2016, vivía en la región de Turín, desde donde se trasladó a Cannes, en Francia, el pasado jueves, antes de llegar a Lyon.
Desde esa ciudad viajó el viernes a París y pasó la noche en las inmediaciones de la estación de Lyon, la segunda de más tráfico de la capital, donde adquirió el martillo y el cuchillo con los que cometió la agresión a primera hora de la mañana.
En su interrogatorio confesó haber actuado en París por el valor simbólico de la capital, pero señaló que no eligió a las víctimas.
En un primer momento, incendió su mochila para atraer la atención de los pajeros, antes de atacar a una mujer y, posteriormente, a otros transeúntes.
Dos de ellos resultaron heridos leves y un tercero grave, una persona que sigue hospitalizada aunque su vida no corre peligro.
El detenido fue trasladado en un primer momento a la enfermería de una comisaría ante su estado psiquiátrico, que los médicos consideraron que le impedía ser interrogado, antes de que este domingo volviera a ser puesto en manos de los agentes.
