El Hombrecito.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El escenario del Palacio de Bellas Artes fue el escogido por El Hombrecito, colectivo de spoken word dominicano, para presentar su segunda producción titulada “La Última Vuelta”.
¿Puede la poesía conquistar a las masas? Con la presentación de La última vuelta, el colectivo de spoken word dominicano, El Hombrecito, demostró que es posible. El domingo pasado El Hombrecito se presentó a casa llena en el Palacio de Bellas Artes con un show que hará historia en el país.
El espectáculo inició a las 8:30 de la noche con una proyección de panorámicas relacionadas con la portada del disco, la cual fue acompañada por una música electrónica que fue causando tensión y suspenso en los presentes. Posteriormente, esas panorámicas dieron paso a una larga y magnífica secuencia de imágenes urbanas, una especie de road movie, que realizó el artista Jaime Guerra.
Como estas se proyectaban tras los músicos sirvió para ambientar el escenario y dar la sensación continua de movimiento a la que hace referencia el disco.
Además de los nuevos ochos temas que componen su nueva producción, El Hombrecito ofreció cuatro temas incluidos en su disco anterior.
Si algo diferencia al nuevo disco del anterior es la manera en que estos artistas han profundizado más en su búsqueda y logrado un material que puede ser apreciado por cualquiera.
Como dijeron sus integrantes en una entrevista, El Hombrecito se parece a todo y al mismo tiempo a nada.
“El que no baila no come bizcocho”, al intermedio en que el guitarrista Fernando Soriano salió vestido de Marilyn Monroe para interpretar uno de los temas icónicos del colectivo, hasta el tema final en que todo el público se puso de pie a aplaudir y a bailar.
El Hombrecito demostró porque son una de las propuestas artísticas más atractivas e interesantes del país. Además del buen desempeño del colectivo, debemos señalar la presencia de los artistas invitados.
Durante todo el concierto contaron con la valiosa presencia del afamado guitarrista Mariño Peña, del percusionista Ricardo Ariel Toribio y del saxofonista Gelsón Henríquez. De igual manera, el acompañamiento vocal de Nathalie Ramírez que le otorgó encanto a los temas y del Sr Kr que le dio un toque cálido y urbano a las interpretaciones que acompañó.
