Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hay un refrán en mi país que dice: “Hay de todo como en las Farmacias” Digo esto porque en este mundo hay de todo, y es natural, para que el mundo sea mundo tiene que haber de todo. Se imaginan ustedes que a todos nos gustara el color rojo, o el azul, que a todos nos gustara el bizcocho, que a todos nos gustara la pizza, nos gustara vestirnos todos igual, o que todos fuéramos hombres, sería el mundo de lo más aburrido.
Ahora bien, hay algo en que todos tenemos que pensar, aunque lo vivamos cada cual a nuestra manera, y es el HOY no podemos quedarnos pensando el ayer, ni en el mañana. Hay un refrán muy español que dice “Agua pasada no mueve molino” Lo que pasó, ya pasó y no podemos hacerlo regresar ni pensar en esas cosas. No podemos tampoco vivir de ilusiones, es decir vivir pensando en el futuro, lo único que cada uno de nosotros tiene por seguro es el HOY, porque no sabemos si llegaremos a vivir el mañana, eso solamente lo sabe Dios. Yo personalmente conozco una persona que vive su vida pensando en el futuro, pensando en ilusiones, y nunca ha llegado a tener nada, yo siempre le digo, piensa en el HOY y no te hagas ilusiones con lo que vas a tener el día de mañana.
Hace unos días llegó a mis manos algo que quiero compartir con ustedes mis queridos lectores y lleva por título: “No existe un día más hermoso que el día de hoy”, y dice así “La suma de muchísimos ayeres forma mi pasado. Mi pasado se compone de recuerdos, alegres y tristes. Algunos están fotografiados y ahora son cartulinas donde me veo pequeño, donde mis padres siguen siendo recién casados, donde mi ciudad parece otra. El día de ayer pudo ser un hermoso día…pero no puedo avanzar mirando constantemente hacia atrás. Corro el riesgo de no ver los rostros de los que marchan a mi lado. Acaso el día de mañana amanezca aún más hermoso…pero no puedo avanzar mirando sólo el horizonte. Corro el riesgo de no ver el paisaje que se abre a mi alrededor. Por eso, yo prefiero el día de hoy. Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme con su frío, sentir cómo cada instante me dice “!presente!” . Sé que es muy breve, que pronto pasará, que no voy a poder modificarlo luego ni pasarlo en limpio…como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana: es un lugar que todavía no existe. Ayer, fui. Mañana seré. Hoy, soy. Por eso, hoy te digo que te quiero, hoy te escucho, hoy te pido disculpas por mis errores, hoy te ayudo, hoy comparto lo que tengo, hoy me separo ti sin guardarme ninguna palabra para mañana. Porque hoy respiro, transpiro, veo, pienso, oigo, sufro, huelo, lloro, trabajo toco, rio, amo…Hoy estoy vivo…!como tú!
Dijo San Josemaría Escrivá en el Libro Camino, 253: Pórtate bien “ahora”, sin acordarte de “ayer”, que ya pasó, y sin preocuparte de “mañana”, que no sabes si llegará para ti.
Hay algo que leí en la sacristía de una Parroquia una vez y que decía: “Cristiano, vive el día de hoy como si fuera tu único y último día de tu vida”.
Hermano que me lees, vive el día de HOY, lo que paso, paso y el que viene. Traerá sus propios problemas, y no sabemos si alcanzaremos a disfrutarlo.
Los dejo con este versículo tomado de la Carta de San Pablo a los Efesios, Capitulo 5, Versículo 16, que dice así: “Aprovechad al máximo el momento presente, porque estos días son malos”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.