Santo Domingo.- Era un viernes 31 de agosto de 1979, en horas de la mañana, cuando el peligroso y poderoso Huracán David tocó tierra dominicana, considerado uno de los fenómenos atmosféricos más devastadores que se hayan registrado en el país y su estela de destrucción todavía marca a miles de familias, a pesar de haber transcurrido 43 años.
Con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, David arrasó durante cuatro horas con todo a su paso y dejó un saldo de aproximadamente 2,000 muertos y daños en todo el país que costaron entre 600 y 1,000 millones de pesos.
El fenómeno atmosférico causo grandes daños al país, en todos los aspectos, edificaciones destruidas, poblaciones enteras inundadas, la producción agrícola destrozada y un país prácticamente devastado.
De acuerdo a registros de la época, la mayoría de las avenidas y calles de la capital estaban obstruidas por la caída de árboles, postes de tendido eléctrico, rocas y destrozos de viviendas por los fuertes vientos.
David, catalogado como el más poderoso del siglo, logró destruir más del 70 por ciento del sistema eléctrico, el cual duró meses para ser restablecido totalmente.
Además, causó graves fisuras en varios acueductos del país incluyendo el de Santo Domingo; También provocó daños a la red telefónica y golpeó sin piedad a la economía del país en ese momento gobernado por el presidente Antonio Guzmán.
El potente huracán de categoría 5 en la escala Saffir –Simpson penetró al país entre las provincias de San Cristóbal y Peravia, estas dos junto al Distrito Nacional fueron las más afectadas por el paso de David.
Otras provincias que también fueron azotadas por el paso del fenómeno atmosférico fueron Monte Plata, San Pedro de Macorís, Azua, La Altagracia, La Romana y El Seibo.