WASHINGTON.-La pandemia del COVID-19 afectó el desarrollo cognitivo y los ingresos a lo largo de la vida de los niños y los jóvenes, poniendo en peligro el bienestar de generaciones y el crecimiento de las economías, reveló el jueves un estudio del Banco Mundial.
La investigación estableció que el desarrollo cognitivo de los niños pequeños podría traducirse en una reducción del 25% de sus ingresos cuando sean adultos, mientras que los estudiantes de hoy podrían perder hasta el 10% de sus entradas financieras futuras por la crisis educativa provocada por la pandemia.
El informe «Colapso y recuperación: Cómo la COVID-19 erosionó el capital humano y qué hacer al respecto» analizó datos mundiales sobre los impactos de la pandemia en la primera infancia (de 0 a 5 años), la edad escolar (de 6 a 14 años) y la juventud (de 15 a 24 años).
Para las personas en edad escolar el estudio encontró que, a nivel global, entre marzo de 2020 y marzo de 2022, un niño promedio perdió alrededor de un año de educación presencial debido al cierre de escuelas.
En América Latina y el Caribe los niños perdieron 1,7 años debido a cierres de escuelas particularmente prolongados.
«La pandemia y los cierres de escuelas han sido una amenaza que podría destruir décadas de avance en la generación de capital humano», dijo en un comunicado David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
«Las políticas específicas para revertir las pérdidas de aprendizaje, salud y habilidades básicas son fundamentales para no poner en peligro el desarrollo de varias generaciones», agregó.
Malpass aseguró que los países deben trazar un nuevo rumbo para aumentar las inversiones en capital humano a fin de ayudar a los ciudadanos a ser más resilientes ante las amenazas superpuestas de las crisis sanitarias, los conflictos, el crecimiento lento y el cambio climático, así como a sentar bases sólidas para un crecimiento más rápido e inclusivo.
Debido a la pandemia, los niños en edad preescolar de varios países perdieron más de 34% del aprendizaje en lengua y alfabetización tempranas y más de 29% del aprendizaje en matemáticas, en comparación con los estudios anteriores a la pandemia.
En muchos países, incluso después de la reapertura de las escuelas, las matrículas en preescolar aún no se habían recuperado para fines de 2021 y en varios casos se mantenían en más de 10 puntos porcentuales por debajo de lo normal. Los niños también sufrieron una mayor inseguridad alimentaria durante la pandemia.
En los países de ingreso bajo y mediano casi 1.000 millones de niños perdieron al menos un año completo de educación presencial debido al cierre de las escuelas, y más de 700 millones perdieron un año y medio, según el estudio.
En consecuencia, la pobreza de aprendizajes —que ya era del 57% antes de la pandemia— ha aumentado aún más en estos países, y se estima que el 70% de los niños de 10 años no puede comprender un texto básico.
La pandemia también golpeó el empleo de los jóvenes, cuyos ingresos se contrajeron un 15% en 2020 y un 12% en 2021.
Los nuevos participantes con menor nivel de educación tendrán ingresos un 13% menores durante sus primeros 10 años en el mercado laboral, según el estudio. (Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Nelson Bocanegra)