LOS ÁNGELES.- El incendio Dixie, la gran amenaza para California en estos momentos y que entre el miércoles y el jueves arrasó la pequeña población de Greenville, se convirtió este viernes en el tercer fuego más grande en la historia del estado dorado.
Este incendio, que comenzó el pasado 14 de julio, ha calcinado ya más de 175.000 hectáreas, detalló este viernes el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El crecimiento de Dixie en los últimos días ha sido muy rápido y alarmante.
El miércoles era el undécimo incendio más grande de la historia de California, el jueves escaló hasta la sexta posición y el viernes llegó al tercer puesto.
Desde el miércoles por la mañana, cuando el balance oficial estaba en torno a las 111.000 hectáreas calcinadas, Dixie ha arrasado alrededor de 64.000 hectáreas más.
Los más de 5.200 efectivos de los servicios de emergencia solo han podido contener este incendio en un 35 %, una cifra que no ha variado en los últimos dos días.
Las autoridades mostraron su preocupación por las altas temperaturas y los vientos que dificultan las labores de extinción.
No obstante, Cal Fire apuntó que en los valles del frente occidental del incendio esperan que haya algo más de humedad este viernes, un aspecto que podría ayudar a los bomberos.
Dixie dejó entre el miércoles por la noche y el jueves unas escenas terribles a su paso por Greenville, una pequeña población de más de mil habitantes que fue prácticamente arrasada por las llamas.
Las imágenes de medios locales mostraron cómo el fuego destrozó numerosos edificios y calcinó gran parte de este pueblo situado en la ladera de la Sierra Nevada (noroeste de California).
Greenville, que fue fundado durante la fiebre del oro en el siglo XIX, había sido evacuado por completo hace días ante el riesgo que suponía el avance de Dixie.
A falta de una evaluación más exhaustiva, las autoridades creen que han ardido tres de cada cuatro edificios de Greenville, informó este viernes el diario Los Angeles Times.
En total, Dixie ha arrasado 91 edificios y 43 estructuras menores, según el recuento oficial de Cal Fire.
El incendio obligó asimismo a cerrar el jueves el Parque Nacional Lassen Volcanic como medida de precaución.
Aunque la investigación sobre la causa del incendio todavía sigue abierta, la principal hipótesis con la que se trabaja es la de un fallo en la red eléctrica.
Este fuego trae los peores recuerdos a los vecinos de la cercana Paradise, una ciudad que fue destruida en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California.
Aquel incendio, en el que fallecieron 85 personas, también se inició por un fallo en una línea de transmisión de electricidad.
En California, el pico de la temporada de incendios se produce habitualmente entre septiembre y noviembre, por lo que todavía quedan varios meses de mucho peligro.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email