Lisboa.- El incendio en el parque natural portugués de Serra da Estrela, en el centro del país y a unos 50 kilómetros de la frontera con España, ha quemado más de 17.000 hectáreas en los siete días que suma activo, sin previsión de cuándo podrá ser controlado.
Según el sistema de vigilancia europeo Copernicus, al final de la tarde del viernes ya habían sido afectadas 17.179 hectáreas en un área que coincide con cuatro municipios: Covilhã, Manteigas, Gouveia y Guarda.
El fuego se inició en la madrugada del pasado sábado en Covilhã y desde entonces se ha extendido a las otras localidades.
Unos 1,600 bomberos y casi medio millar de vehículos de extinción terrestre se mantienen en el terreno para combatir las llamas, según los datos de Protección Civil lusa.
Un avión anfibio español llegó el jueves para apoyar al dispositivo portugués. El fuego no ha dejado hasta ahora víctimas, aunque tres bomberos resultaron heridos graves en un accidente el jueves.
Dos viviendas y una veintena de edificaciones en ruinas fueron afectadas por las llamas, pero no hay «daños significativos en el patrimonio, a excepción obviamente del patrimonio natural», explicó en rueda de prensa el segundo comandante de Protección Civil, Miguel Cruz.
«Estamos hablando de una operación muy compleja, en un área muy difícil», refirió el comandante.
El primer ministro luso, António Costa, dijo este viernes que el incendio en la Serra da Estrela es «particularmente dramático» y consideró que «merece ser estudiado en detalle», para determinar si se podría haber actuado de forma diferente para evitar que ganase tal escala.
El parque natural Serra da Estrela, próximo a las provincias españolas de Salamanca y Cáceres, es la mayor área protegida de Portugal.
El técnico del Centro de Interpretación de la Serra da Estrela (CISE), el biólogo José Conde, explicó a EFE que el área alcanzada dentro del parque natural puede traducirse en «pérdidas significativas» a nivel paisajístico y de hábitats naturales, que necesitarán «décadas» para recuperarse.
El experto recordó que este parque natural alberga cerca de una quincena de especies de fauna y flora únicas en el mundo (mayoritariamente invertebrados) que podrían verse afectadas por las llamas, aunque no cree que se ponga en riesgo la supervivencia de ninguna especie.
El informe más reciente del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF, por sus siglas en portugués) recoge que este año, hasta el 31 de julio, los incendios calcinaron 58.354 hectáreas de masa forestal.
El área quemada es un 59 % mayor que la media anual de los diez años anteriores.