Thilo Sarrazin
BERLÍN, Alemaniia.-El libro «Alemania se desintegra», tachado de islamófobo, ha convertido en multimillonario a su polémico autor, el socialdemócrata y exdirectivo del Banco Central alemán (Bundesbank) Thilo Sarrazin, recogieron hoy varios medios locales.
La obra de Sarrazin, el libro de no ficción de mayor éxito en Alemania desde su publicación el pasado agosto, ha vendido ya más de 1,2 millones de ejemplares a 23 euros la unidad, según declaraciones del propio político y economista.
«Deutschland schafft sich ab», de la editorial DVA, se convirtió ya en octubre en el segundo libro de no ficción de contenido político más vendido de la década en Alemania detrás de «Stupid white men», de Michael Moore, y por encima del bestseller «Ausser Dienst» del excanciller alemán Helmut Schmidt.
En su libro, que lleva el subtítulo «Cómo ponemos nuestro país en juego», Sarrazin dibuja un escenario apocalíptico en el que pronostica una islamización de Alemania en el curso de las próximas décadas.
«No quiero que el país de mis nietos sea mayoritariamente musulmán, en el que se hable árabe y turco predominantemente, en el que las mujeres lleven el velo islámico y en el que la vida cotidiana esté marcada por la llamada a oración del muecín», argumenta Sarrazin, miembro del Partido Socialdemócrata alemán (SPD).
Cerca de tres millones de personas de origen turco viven en Alemania y su índice de natalidad es dos veces mayor que el del resto de población.
«Demográficamente, la fertilidad de los inmigrantes musulmanes es una amenaza para el equilibrio cultural de una Europa en proceso de envejecimiento», agrega.
Sarrazin niega que «los trabajadores turcos y marroquíes» hayan aportado bienestar a Alemania, lo que en cambio, dice, sí se puede afirmar sobre los portugueses, los españoles y los italianos.
«Desde el punto de vista cultural y civilizador, las concepciones sociales y los valores que representan (los musulmanes) son un retroceso», afirma.
Sarrazin levantó gran revuelo con la publicación de su libro, hasta el punto de que terminó renunciando a su cargo de directivo del Bundesbank en medio de grandes presiones políticas.
El SPD le abrió un proceso interno de expulsión, aún pendiente de resolución.
