SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Para el país el período de veda de Lambí o Strombus gigas acaba de iniciar el primero de julio y se extiende hasta el 31 de octubre lo que debe motivar a los consumidores, pescadores y exportadores dominicanos a pensar en la importancia de esta medida para asegurar la sostenibilidad del recurso a largo plazo, algo que no ha sucedido hasta el momento.
En el 2003 la Convención para la Regulación del Tráfico Internacional de Especies Amenazadas (Cites) recomendó una aplazamiento en la exportación de la especie a la República Dominicana y otros países la cual se mantiene vigente y la implementación de un proyecto de rehabilitación del manejo.
El Strombus gigas conocido como Lambí, uno de los moluscos más grandes de Norte América y Centroamérica. Es una de las siete especies de la familia Strombidae que se encuentra en el Océano Atlántico Occidental. El caracol reina del Caribe es conocido por varios nombres a lo largo de su área de distribución, incluyendo: botuto o guarura (Venezuela); cambombia (Panamá); cambute (Costa Rica); caracol abulon (Guatemala); caracol gigante (Honduras); caracol pala (Colombia); caracol rosado (México); carrucho (Puerto Rico); cobo (Cuba); y lambi (isla de La Hispaniola y Antillas Francesas).
La carne del caracol en algunos países se come cruda o hervida o en guisos muy sabrosos. El caparazón es vendido a los turistas como ornamento, aunque es necesario advertir que en muchos países esta prohibido entrar este tipo de caracoles, siendo los mismos incautados a los turistas. Los indígenas de la región fabricaban cuchillos, hachas y otros productos con los bordes de los caparazones. Muchos piensan que es afrodisíaco pero aun no ha sido comprobado científicamente.
Esta especie está siendo amenazada por la pesca excesiva. Hace unos años la República Dominicana logró colocarse detrás de Honduras como el segundo exportador de lambí de Centroamérica y el Caribe hacia los Estados Unidos, que consumía el 72.6% de la producción a nivel mundial.
Otros elementos que han mermado la producción del molusco en las aguas tropicales de la Hispaniola están relacionados con acontecimientos que van desde cambio climático, capturas irracionales e ilegales, daños a los arrecifes de coral y por la contaminación de las aguas marinas. También, por el hecho de que los lambíes viven en aguas poco profunda, tienden a formar agregaciones y son de desplazamiento muy lento, haciendo que sean muy susceptibles a la pesca intensiva.
Esta especie pone alrededor de medio millón huevos. Vive en pastos de monte marino y en arena producto de detritus y de algas.
Su distribución no sólo ha disminuido la captura del lambí, sino el tamaño del caracol ya que por lo general, la pesca busca primero los individuos mas grandes, resultando en que los mismos produzcan generaciones de características similares, y si por casualidad, individuos adultos pero de poco tamaño son dejados en el ambiente, éstos se reproducen, procreando generaciones también de poco tamaño. Esto mismo sucede con todos los animales afectados por una captura que selecciona primero tamaños grandes.
Los Estados Unidos solicitó, en el 1992, a la Convención para la Regulación del Tráfico Internacional de Especies Amenazadas (Cites), que incluyera en el apéndice II al Strombus gigas y para junio del 1999 fue aceptado en esa categoría de protección que establece regulaciones, cuotas de capturas y vedas sobre las especies incluidas en él.
Pese a los beneficios ecológicos que significó la inclusión en el apéndice II para la conservación de esa especie, los países tropicales podrían perder gran parte de la producción del molusco, tanto para consumo de sus poblaciones como para la venta en los mercados internacionales, si no se ponen en práctica medidas de aprovechamiento sostenible.
En atención a la inclusión en el apéndice II de la Cites, la República Dominicana estableció una veda, mediante el decreto número 269-99, en todo el territorio nacional para la captura del lambí en sus tres estados: juvenil, pre adulto y adulto. En la actualidad la veda en la captura funciona del primero de julio hasta el 31 de octubre de este año.
Rubén Torres, Biólogo marino y Director de Reef Check para República Dominicana quien presentó en la tesis de su doctorado la situación acerca de de este molusco en República Dominicana sobre todo en la zona este del país, sugiere ser más estrictos con vedas como estas, además procurar sea respetado la zona de reproducción del mismo para asegurar la sostenibilidad de esas especies tan importante en nuestra dieta.
Las autoridades tienen un gran reto como el lo fue la Veda de langosta esperamos se cumpla de igual manera. Además los ciudadanos debemos ir creando conciencia al momento de seleccionar una comida con una especie en veda y tener creatividad seleccionando otros alimentos alternativos para tener la tranquilidad de que podremos comer Lambí los próximos años.