Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Cuenta la leyenda que un nuevo sacerdote, recién asignado a su primera parroquia, para reabrir la Iglesia en los suburbios de California. Llegó en los primeros días de Septiembre con su primera oportunidad y entusiasmo.do vio la Iglesia se encontró que estaba desbaratada. Si, requería mucho trabajo. Trabajo arduamente arreglado los bancos, pintado las paredes y para 15 de Noviembre ya tenía todo listo. El 16 de Noviembre cayó una terrible tempestad que azotó el área tres días consecutivos. Su corazón se contrajo cuando vio que el agua había penetrado atreves del techo, detrás del pulpito había un hueco un hueco de casi 10 pies de alto, que comenzada a la altura de la cabeza, eso se debía a que se cayó una pared.
El sacerdote limpio la pared que había caído en el piso, y no sabiendo que más que hacer sino posponer la Misa de apertura, y salió para su casa. En el camino notó que una tienda estaba llevando a cabo una venta del tipo mercado de pulgas, con fines caritativo y decidió entrar.
Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo perfecto aplicaciones, con bellos colores y una cruz bordada. Justamente el tamaño para cubrir el hueco de la pared que se había caído.
Una señora se sentó en una de los bancos sin prestar atención a lo que el sacerdote estaba haciendo, entonces el coloco como un tapiz en la pared, el sacerdote apenas podía creer lo hermoso y cómo todo el área del problema estaba cubierto. Entonces miró a la mujer que venía caminando. Su cara estaba blanca como un papel. El padre le explicó a la mujer. La mujer le pidió que revisara la esquina inferior derecha del mantel las letras bordadas allí coincidían con las letras bordada por aquella que había hecho el mantel 35 años atrás en Austria que decía EGB.
El sacerdote le contó cómo acababa de obtener el mantel. La mujer que antes de la guerra ella había caído presa por los nazis, nunca más vio a su esposo porque los nazis lo obligaron a irse. Ella se sintió muy agradecida por su oferta de llevarla hasta su casa, y el ofreció regalarle el mantel, ella le dijo que no, que era un honor que estuviera en la Iglesia. Qué maravilla fue la Misa de apertura de la Iglesia, la misma estaba llena hasta los topes. La música y el espíritu que reinaba allí eran increíbles. Al final de la Misa. El sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos expresaron que volverían a la Misa.
Esta es una historia real, relatada por el Padre Rob Reíd, quien dice que Dios trabaja en forma silenciosa.
Dios hace maravillas, en ti y en mí también.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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