Los Ángeles (EE.UU.).- ¿Puede programarse al amigo perfecto? ¿La inteligencia artificial sustituirá el contacto personal? Eso es lo que aborda con humor y ternura «Ron’s Gone Wrong», película de animación con la que Disney se une a las recientes advertencias sobre el impacto de las redes sociales en los jóvenes.
Con evidentes ecos a «E.T. the Extra-Terrestrial» (1982), esta película que llega el viernes a los cines plantea un futuro donde existen los B-bots, unos dispositivos de la más avanzada tecnología que han sido diseñados para ser los mejores amigos de los niños.
En ese contexto aparece Barney, un joven solitario y sin amigos en el instituto que ansía tener su propio B-bot.
Su sueño se cumplirá, pero entonces empiezan los problemas para Barney ya que su B-bot, llamado Ron, es un modelo defectuoso y con el disco duro vacío al que tendrá que enseñar desde cero en qué consiste la amistad.
Zach Galifianakis, Jack Dylan Grazer, Olivia Colman y Ed Helms prestaron sus voces al doblaje en inglés de esta cinta ideada por 20th Century Animation antes de que Disney la incorporara a su enorme conglomerado como parte de la compra de Fox.
EL ENCANTO DE LO IMPERFECTO
El codirector Octavio E. Rodriguez, que se puso al frente de «Ron’s Gone Wrong» junto a Jean-Philippe Vine y Sarah Smith, reflexionó en una conversación con Efe sobre lo que es «la verdadera amistad».
«En la película hablamos de ello como una calle de doble sentido (…) Como seres humanos, tenemos que conectar y tenemos que encontrar maneras de hacerlo», opinó el realizador latino.
Vine apuntó que en la película esto se refleja en el disparatado, pero encantador proceso de aprendizaje del B-bot.
«Ron no sabe lo que es un amigo, así que el público ve a Barney teniendo dificultades con él (…) como una comedia de personas disfuncionales que no pueden establecer una relación entre ellas», dijo.
«Pero luego ves que Ron empieza a evolucionar y comienza a entender: ‘Ah, un amigo hace esto, a veces hace eso…’ Ese conflicto y esa contradicción forman parte de una verdadera amistad. Ser amigos no va de estar siempre de acuerdo o de que te guste lo mismo: va del respeto mutuo», añadió.
ADVERTENCIAS CON RISAS
Aunque el tono de «Ron’s Gone Wrong» es totalmente familiar y amable, la película no esquiva temas peliagudos como los peligros de las redes sociales para los más jóvenes, el acoso escolar o la soledad de los niños.
Vine ironizó con que, habiéndose criado en los años 80, ahora agradece «la libertad» que tuvo en comparación con el escenario, real y virtual, que se han encontrado las nuevas generaciones.
«Hay mucha presión en mantener tu presencia en las redes, en hacer nuevos amigos, en conservar tus relaciones online», afirmó.
«También queríamos hacer un comentario en la película sobre el hecho de que esos algoritmos que están detrás de las redes solo nos conectan con gente como nosotros o con cosas que nos gustan. Eso parece muy conveniente, pero en realidad no representa la profundidad de una relación humana de verdad», agregó.
Por su parte, Rodriguez detalló que la clave para abordar todos estos asuntos en «Ron’s Gone Wrong» era hacerlo «con humor».
«Queríamos encontrar modos de reírnos de nosotros mismos y de estas situaciones para luego poder meternos en estos temas e ideas que son muy importantes», contó.
Rodriguez también expresó que uno de sus objetivos era fomentar «una conversación» sobre estos temas entre padres e hijos sin olvidar que, ante todo, «Ron’s Gone Wrong» aspira a entretener y emocionar a su público.
«Era importante que fuera una película divertida porque de otra manera parecería que estuviéramos dando un sermón a los espectadores», finalizó Vine.