El papa avisa a los jóvenes que depender del teléfono "atrofia el deseo"

En este sentido, Bergoglio avisó de que "muchas personas sufren porque no saben qué quieren hacer con su vida y probablemente nunca han tomado contacto con su deseo profundo".

Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco lamentó hoy que el «bombardeo de propuestas» del mundo actual puede «atrofiar el deseo» e impedir que la gente valore lo que realmente quiere y avisó de ello a los jóvenes que se pasan la vida en el teléfono.

«La época en la que vivimos parece favorecer la máxima libertad de elección, pero al mismo tiempo atrofia el deseo, mayormente reducido a las ganas del momento», denunció durante la audiencia general ante cientos de fieles en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Y agregó: «Estamos bombardeados por miles de propuestas, proyectos, posibilidades, que corremos el riesgo de distraernos y no permitirnos valorar con calma lo que realmente queremos».

Francisco, improvisando en la catequesis que traía preparada, dijo que hay gente que vive en el momento sin pensar en el futuro ni valorar sus sueños o deseos.

«Pensemos en los jóvenes por ejemplo, con el teléfono en la mano, buscan, miran vídeos… ¿Pero te detienes a pensar? Si no eres extrovertido hacia los demás el deseo no puede crecer así, vives el momento, saciado del momento, pero no crece el deseo», sostuvo.

El pontífice argentino, repasando el Evangelio, también alertó de que en el mundo actual a veces «el querer hacer se convierte en una ilusión» y criticó la actitud de quejarse continuamente.

«Atentos porque los lamentos son un veneno para el alma y la vida, no dejan crecer el deseo de ir adelante. Cuando se quejan en familia, las parejas, los unos de los otros, los hijos de los padres, o los curas de su obispo, o los obispos de muchas otras cosas… Es casi pecado porque no deja crecer el deseo», afirmó.

En este sentido, Bergoglio avisó de que «muchas personas sufren porque no saben qué quieren hacer con su vida y probablemente nunca han tomado contacto con su deseo profundo».

«De aquí el riesgo de trascurrir la existencia entre intentos y expedientes de diversa índole sin llegar nunca a ningún lado, o desperdiciando oportunidades valiosas. Y así algunos cambios, aunque queridos en teoría, nunca son realizados cuando se presenta la ocasión», terminó.