El papa Francisco se despide de Irlanda con una misa para 500 mil fieles

Jorge Bergoglio llegará al Phoenix Park en el papamóvil, tras un viaje relámpago en avión que le ha llevado esta mañana al santuario de Knock, en el condado de Mayo (oeste), donde su agenda incluye el rezo del Ángelus con unos 45.000 peregrinos.

DUBLÍN.– El papa Francisco celebra hoy la misa de clausura del Encuentro Mundial de Familias en el Phoenix Park de Dublín, un evento al que está previsto que acudan más de medio millón de personas.

Los feligreses han comenzado a llegar a esta popular zona verde de la capital irlandesa, el parque urbano más grande de Europa, desde primera hora de la mañana, a pesar de la lluvia y el viento que azota hoy a la isla.

Con esta eucaristía de despedida, el pontífice concluirá su visita de dos días a Irlanda, en la que, además de participar en el IX Encuentro de Familias, ha abordado el asunto de los abusos sexuales con palabras y hechos, después de reunirse anoche durante una hora y media con ocho víctimas de este país.

Jorge Bergoglio llegará al Phoenix Park en el papamóvil, tras un viaje relámpago en avión que le ha llevado esta mañana al santuario de Knock, en el condado de Mayo (oeste), donde su agenda incluye el rezo del Ángelus con unos 45.000 peregrinos.

La explanada de este santuario de apariciones marianas, según los fieles, fue visitada por Juan Pablo II en su histórica visita a la isla en 1979, ante 450.000 personas entonces, y el papa polaco también ofició una misa en el Phoenix Park ante más de un millón.

Aquel país, le recordó ayer el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, es muy diferente al de ahora, pues la Iglesia católica ha perdido gran parte de su influencia y apoyo por culpa de los miles de casos de abusos cometidos por el clero contra menores y mujeres.

Asimismo, el líder democristiano, el primer jefe de Gobierno irlandés declarado homosexual, pidió a Francisco que «pase a la acción» y use su «influencia» para asegurar que la Iglesia colabora en el esclarecimiento de todos los casos pendientes y futuros.

Tras escuchar la intervención de Varadkar en el Castillo de Dublín, el papa volvió a calificar los abusos de «crímenes repugnantes» e insistió en la necesidad de «adoptar normas severas», si bien no propuso medidas concretas al respecto, lo que ha provocado las críticas de grupos de víctimas.

Ocho de éstas se reunieron anoche con el pontífice en la Nunciatura de la capital para ofrecerle testimonios directos de los diferentes abusos cometidos por miembros de la Iglesia Católica en este país durante más de 40 años.

Los participantes dieron algunos detalles del encuentro mediante un comunicado por la Coalición de los Hogares Madres e Hijos de Irlanda, una de las asociaciones que se ocupan de reunir a las madres con sus hijos biológicos que fueron robados y entregados a otras familias.

«El papa quedó realmente conmocionado al enterarse de los 6.000 bebés que murieron y los 3.000 bebes desaparecidos, y de los ensayos con vacunas. Se llevó las manos a la cabeza en estado de shock», aseguraron las víctimas en la nota.