CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco pidió hoy a la sociedad «no olvidar el drama de Ucrania» pues existe el peligro de acostumbrarse, ni dejar de lado «el problema de los abusos», sobre el que se debe tener «tolerancia cero».
«A menudo pienso que uno de los mayores peligros ahora es olvidar el drama de Ucrania. Uno se acostumbra y entonces no es tan importante. Uno de los últimos días, vi en el periódico que las noticias sobre la guerra estaba en la página 9! No es una cuestión que interese», explicó en una reunión con la orden Orden Basiliana de San Josafat, asentada en este país, en guerra tras la invasión de las tropas rusas.
Durante la audiencia con los participantes de la Asamblea en la que participa esta orden ucraniana, la Orden Clérigos Regulares de la Madre de Dios y la Congregación de la Misión, el pontífice pidió no olvidar tampoco «el problema de los abusos».
«Por favor, recordad bien esto: tolerancia cero sobre los abusos a los menores o las personas discapacitadas, tolerancia cero», subrayó.
Francisco instó a las congregaciones que «no se esconda la realidad» y se dirigió a las víctimas para recordarles «que no se avergüencen por denunciar».
Por otro lado, el pontífice criticó el «chismorreo» por ser «una de las «cosas que mata la alegría de la comunidad», ya que la destruye y hace «que las personas sean superficiales».
«¡Por favor, nada de chismorrear, nada! Si tienes algo contra otro, ve y díselo a la cara. O dilo a quienes puedan remediarlo, pero no lo digas en secreto», deseó.
Y agregó: «¡Por favor, cuiden sus lenguas! Sé que no es fácil en una congregación religiosa evitar la charla. Una vez me dijeron que hay una buena medicina para eso: morderse la lengua a tiempo. Sí, se hinchará un poco, pero al menos… Por favor, se lo pido: nada de charlas. Esto mata, esto destruye».
Durante la audiencia también pidió a los religiosos, que como encargados de evangelizar, deben tener una «disposición a cuestionarse» y vigilar «las rigideces» a la hora de transmitir la palabra del Evangelio.
El pontífice recordó que es importante cuestionarse «la fidelidad creativa» a la hora de evangelizar y preguntarse si el «modo de interpretarlo y ponerlo en práctica es evangelizador» y les pidió que impulsen una «fraternidad libre, con gusto por la diversidad» y que no caigan en «una homogeneidad aplanada por la personalidad del superior o de un líder».