Ciudad del Vaticano.- El papa pidió hoy durante la audiencia general que se respeten los lugares de culto en Ucrania y citó el monasterio ortodoxo de Lavra en Kiev, perteneciente al Patriarcado de Moscú y del que el Gobierno ucraniano quiere expulsar a los monjes.
«Pienso en las monjas ortodoxas del Lavra de Kiev. Y pido a las partes en guerra que respeten los lugares religiosos. Las monjas, las personas consagradas a la oración, sea cual sea su confesión, son el apoyo del pueblo de Dios», dijo el papa, aunque al parecer se confundió ya que en el monasterio sólo hay monjes.
Aunque sin citarlo, el papa se refería a la obligación impuesta por el gobierno de Ucrania a los monjes de «Lavra» (de las Cuevas) de Kiev para que abandonen el monasterio antes del 29 de marzo por la rescisión de su contrato, informó la agencia de información vaticana Asianews.
El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo, apeló incluso al papa Francisco y al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, para que «impidan la caza de los monjes» y también recordó la gran «unidad de los pueblos ruso, ucraniano y bielorruso», que tienen su origen común en Kiev, y que «se puede encontrar esculpida en los muros del Monasterio de las Cuevas», según el mismo medio.
El monasterio de las Cuevas de Kiev es la institución monástica más antigua de la ortodoxia rusa, y data de mediados del siglo XI.
El papa también concluyó la audiencia «encomendándose a la constante protección de María Santísima» y agregó: «A ella, Consoladora de los afligidos y Reina de la Paz, encomendamos también al martirizado pueblo ucraniano».